Carlos García del Castillo Serrano.- Un año más los ciudadrealeños celebraron la fiesta de la Pandorga con la pasión y el entusiasmo de años anteriores. La música, el baile y la bebida fueron los grandes protagonistas de una noche completamente distinta a las del resto del año.
La concentración masiva en los Jardines del Torreón fue uno de los puntos más concurridos por los jóvenes que celebraban a base de botellón la tradicional fiesta. La Plaza Mayor fue otro lugar clave para disfrutar del festejo gracias a las orquestas Sonital y Andalus, los continuos cortes de luz que sufrieron los músicos alrededor de las 5 de la mañana no menguaron las ganas de seguir divirtiéndose. La Plaza del Pilar en menor medida también tuvo su orquesta con bailes populares.
El toro de fuego, que comenzó su embestida a las 2 de la mañana en la calle Palma, puso a prueba la velocidad y la valentía de todos aquellos que se quisieron enfrentar a tan particular animal. Durante las carreras algunos sufrieron caídas y quemaduras que rápidamente fueron atendidos por los voluntarios de Protección Civil.
La celebración del día de la Pandorga tuvo diferentes puntos de vista, por un lado el gran ambiente festivo que se pudo vivir en la capital durante la noche del 31 de julio, y por otro lado las cicatrices que se quedaron al terminar la fiesta en la mañana del 1 de agosto.