Santiago Moreno González.- Estimado compañero Pedro: Soy un militante de la Agrupación Socialista de Puertollano con la experiencia que supone haber desempeñado durante mi ya larga actividad política diferentes responsabilidades tanto orgánicas como institucionales.
Como esta carta quiere ser un ejercicio de sinceridad, debo comenzarla confesando que no te he votado, pero desde la profunda convicción democrática que anima a cualquier militante de nuestro querido Partido, puedes estar seguro que desde tu proclamación como vencedor de unas elecciones internas ejemplares, no solo asumo el resultado sino que lo hago tan mío como si te hubiese dado mi voto: eres con todo merecimiento nuestro Secretario General, y estoy, como toda la militancia, a tu entera disposición para hacer que el PSOE vuelva a ser el Partido serio, fuerte, abierto, de izquierdas y creíble que espera una gran parte de la ciudadanía para darle de nuevo su confianza y recuperar un Estado Social, Democrático y de Derecho que se deshilacha a golpe de Decreto-Ley por los gobiernos de esta derecha que nos ha tocado en desgracia tan ‘neocon’ y tan obediente a los intereses de los poderes económicos y financieros que ejercen sin tapujos el poder real.
Por eso, compañero, es tan necesario que tengas en tu gestión todo el éxito que nuestra militancia y buena parte de la ciudadanía esperamos. Puedes estar seguro de que en ese camino tienes la sincera y desinteresada complicidad de una amplia mayoría ciudadana que desea poner un poco de esperanza en sus vidas y en las de sus hijos.
Y por eso estas líneas desde las que quisiera hacerte algunas reflexiones abiertas, como es ahora nuestra norma.
Creo como otros muchos compañeros y compañeras que tu primer objetivo debe ser recuperar la credibilidad perdida, Sin ser creíble, será imposible recuperar la confianza de la ciudadanía, que nos presten atención porque confíen que lo que les digamos, lo cumpliremos. Y desde esa base, articular una propuesta programática que resulte alternativa real de gobierno y vencedora en las próximas elecciones.
Cumplir con la palabra dada ha sido desde siempre la base del funcionamiento de una sociedad que necesita del acuerdo, de la confianza mutua para funcionar. En la representación política esa exigencia es aún más esencial, es la clave del sistema. Por eso, en mi humilde opinión, debes desde el inicio de tu mandato como Secretario General dar ejemplo y ser creíble, cumpliendo lo que dices, cumpliendo tus compromisos. Cumplir la palabra dada no es perder autonomía en tu labor al frente de la dirección del Partido; al contrario, eso es dignificar tu cometido.
Y traigo aquí esta reflexión porque creo que tu primer test serio va a ser el cumplimiento o no de tu compromiso de celebrar primarias abiertas en noviembre para elegir nuestro candidato a la Presidencia del Gobierno de España en las próximas elecciones generales a celebrar el año que viene.
Tú, libre y con total autonomía de actuación, te comprometiste a ello, como el resto de candidatos a la Secretaria General, en el debate que mantuvisteis durante la campaña pasada. Pudiste libremente optar por no hacerlo exponiendo las razones que ahora se esgrimen, pero adquiriste públicamente con toda la militancia y toda la ciudadanía un compromiso que ahora debes cumplir. No hacerlo será tu “OTAN” particular. Te marcará como incumplidor, como sin palabra, no fiable. Y te lo echarán y nos lo echarán en cara una y otra vez en todos los medios de comunicación, en Asambleas internas, en actos públicos, en los comentarios de café, en las charlas de amigos… No será posible recuperar la credibilidad empezando tu mandato con un incumplimiento de la palabra dada en algo tan esencial en este tiempo como abrir el Partido a toda la ciudadanía.
Estas consideraciones son las que en mi opinión deberías estar haciendo a todos los secretarios generales con los que te estás reuniendo antes de la celebración de nuestro Congreso Extraordinario, haciéndoles ver que es inexcusable cumplir lo prometido y que ellos deben ayudarte en esa tarea, en lugar de salir públicamente a justificar tu primer incumplimiento, encendiendo con ello todas las alarmas de la militancia y de la opinión pública. Cumplir la palabra dada es inexcusable, compañero Secretario General.
Mi segunda reflexión coincide plenamente con tu exigencia de autonomía en tu labor al frente de la dirección del Partido. Debes defender permanentemente tu autonomía, pero no para incumplir tus compromisos, sino para no ser dependiente de personajes y personajillos de todo pelaje, de ex de todo tipo, de poderes económicos y financieros y de los grandes grupos mediáticos que controlan, de compañeros habituales de mesas camillas acostumbrados a imponer sus intereses a todo el Partido desde la clandestinidad de una cómoda salita de estar o de un reservado en un buen restaurante, de los cálculos y estrategias electorales de unos y otros, de las viejas estructuras, de tanta baronía estéril…
Nos tienes a toda la militancia contigo, te espera nuestro electorado perdido, te necesitan nuestros vecinos y vecinas que lo están pasando mal pagando los platos rotos de una crisis que han generado los poderosos.
Sé autónomo para no defraudarles. Cumple tu palabra.
Quién esté LIBRE DE CULPAS? que lance la primera piedra.
Es más fácil ver la piedra en el ojo ajeno QUE LA VIGA EN EL PROPIO.