El Anteproyecto de Ley sobre la tenencia de perros que prepara el Gobierno de España “inquieta enormemente” al sector cinegético de Castilla-La Mancha que considera que puede suponer un grave ataque a los cazadores y a la actividad cinegética.
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha y Aproca han mostrado su preocupación al tener conocimiento del contenido del borrador del Anteproyecto de Ley, que, han señalado, incluye importantes restricciones a las actuaciones sobre el control de predadores, en lo que a perros y gatos asilvestrados se refiere.
El borrador solo permite sacrificar a estos animales a través de un veterinario y con un medicamento autorizado como eutanásico.
No obstante, contempla la excepcionalidad de abatirlos en situaciones de emergencia por motivos de bienestar animal, sanidad animal, salud pública, orden o seguridad públicos, o medioambientales.
En estos casos, el borrador de anteproyecto establece que esta tarea quedaría reservada exclusivamente al personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o al personal encargado de la guardería forestal.
Además, el texto elaborado por el ministerio, tal y como hasta ahora está redactado, supone un gravísimo lastre para los cazadores que practican la caza con galgo y para los propietarios de rehalas para la práctica de la caza mayor.
En el caso de los galgos, de prosperar el borrador, los galgueros verán cercenadas sus libertades puesto que el texto indica explícitamente que “las personas que posean más de dos lebreles o sus cruces, destinados a la actividad cinegética, deberán solicitar la inclusión en el Registro de Núcleos Zoológicos las instalaciones o lugares en que se ubiquen los animales.
Asimismo, al incluir en su articulado puntos como el que considera que transportar más de cinco perros en el mismo vehículo “se presumirá realizado en relación con una actividad económica a efectos de la aplicación de la normativa reguladora de la protección de los animales durante el transporte y operaciones conexas”.
Además, indica que las personas, distintas de los criadores, que posean más de cinco perros o gatos mayores de ocho meses de manera simultánea en el mismo lugar físico, “deberán solicitar, la inclusión del lugar o instalaciones en que se ubiquen los animales, en el Registro de Núcleos Zoológicos”, lo que supone una vuelta de tuerca más para los rehaleros.
El Borrador, además, incluye otras restricciones como la posibilidad de donar cualquier cachorro de perro de caza, práctica habitual entre los cazadores, exigiendo unas pautas de actuación que, según la Federación de Caza de Castilla-La Mancha y Aproca, “traspasan el absurdo, considerando al donante, como criador no habitual”.
Ambas organizaciones han señalado que este documento pone de manifiesto el profundo desconocimiento que sobre las repercusiones en la actividad cinegética pueden tener estas medidas y, han señalado, demuestra que «está cargado de fuertes despropósitos en relación con la vida rural y sobre todo en lo que afecta al sector cinegético».
Si esta norma llegara a aprobarse tal y como está redactada, ha alertado el sector cinegético, “en Castilla la Mancha su aplicación vendría a suponer una nueva vuelta de tuerca más para los cazadores, que ya han visto como a través de una Orden de la Consejería de Agricultura, obliga a identificar mediante microchip a todos los hurones y a vacunarlos anualmente, al igual que a todos los perros, con el desembolso extraordinario que todo esto supone”.
Desde Aproca y la Federación de Caza han querido dejar patente y claro que esta Ley sólo se aplicará de manera efectiva a los cazadores, colectivo que está sujeto a la presión de la autoridad competente, porque, han comentado, “mucho nos tememos, que ningún Ayuntamiento a través de sus agentes, sobre todo del medio rural, se va a preocupar de sancionar a los vecinos por el incumplimiento de éstos hechos”.
