Miguel Ángel Mora.- En una ciudad en que existen problemas de aparcamiento porque, con mejor o peor criterio, se tiende a la peatonalización de la zona centro, en una ciudad en la que por uno u otro motivo se han establecido zonas de aparcamiento de pago, muchas veces irracionales, con protestas de un número importante de vecinos, que dificultan la normal convivencia a nuestra señora alcaldesa no se le ocurre nada mejor que eliminar plazas de aparcamiento fuera de rondas.
Realiza esta reducción en la Carretera de Porzuna. En un lugar utilizado por los vecinos y por ciudadanos que se desplazan a la capital a realizar compras y gestiones administrativas.
La medida de reducción de plazas se me antoja, cuando menos poco inteligente. Lo digo porque esta zona, con el edificio del Hospital del Carmen, terminará de saturarse de tráfico y de necesidad de aparcamiento el día que se dé un nuevo uso a este edificio, bien como Centro Administrativo de la Junta de Comunidades en que se reúnan las delegaciones de las distintas consejerías o cualquier otro servicio que se determine desde la Diputación Provincial. Lo dicho. Reducir plazas de aparcamiento fuera de rondas, con el centro de Ciudad Real como está, me parece una medida poco inteligente.
En la misma línea de medidas poco inteligentes me encuentro con la Calle del Gato, actual Calle Montesa, destrozada tras una peatonalización mal programada realizada hace cuatro años, en cuyo diseño no se tuvo en cuenta el tipo de tráfico rodado que tenía que soportar, con baldosas sueltas, adoquines levantados,… que dificultan el normal tránsito de las personas en una calle peatonal.
Hablo de medidas poco inteligentes no sólo por el mal diseño realizado en su día, si no por la respuesta de Pedro Martín, concejal del ramo, a la demanda de soluciones realizada por vecinos y comerciantes de esta Calle del Gato perjudicados por el mal estado de su firme, al manifestar que es más urgente semipeatonalizar el tramo de la Calle Ciruela entre Tinte y Plaza del Pilar. Cualquier persona en su casa, en su trabajo, en su empresa dedica los primeros esfuerzos a reparar lo roto, lo averiado, antes que a realizar un embellecimiento de una fachada. Cualquier persona con un mínimo de criterio, sin zapatos, se compra unos nuevos antes de arreglarse una camisa o cambiar de peinado.
Poco criterio a la hora de establecer prioridades en las actuaciones urbanísticas de donde salen, como decía, medidas poco inteligentes.
Curioso que Ciudad Real se encuentre al mismo tiempo adherida a un grupo de Ciudades Inteligentes por el tema de la implantación de servicios de internet en distintos espacios accesibles a los vecinos mientras en otros puntos de la ciudad tropezamos, y tropezamos, y tropezamos… Al final tendremos que decir que Ciudad Real es UNA CIUDAD INTELIGENTE. ¿Podremos decir lo mismo de sus gobernantes?
Cuando las personas y los políticos son racionales, primero arreglan desperfectos y luego acometen obras nuevas. Pero hablamos de Ciudad Real donde todo se hace en dos fases, una iniciar obras a diestro y siniestro y segunda fase, pasar de como han quedado las obras.
Ya están empezando a mosquear a sus votantes incondicionales y eso no es bueno, pero vamos ampliamos las fiestas de la Pandorga y todos contentos.