Luis Mario Sobrino Simal.- Cerca de la medianoche comenzaban los preparativos para prender las hogueras de la noche más corta del año, la noche de San Juan que una año más se celebraba en el barrio de la Granja de Ciudad Real. Junto a la nueva parroquia, inaugurada unas horas antes, los vecinos procedieron a la quema simbólica de malos augurios y a pedir deseos, el ritual de esta fiesta de origen pagano relacionada con el mundo Celta.
Participaron el en evento decenas de vecinos y vecinas tanto del barrio de la Granja como del resto de la ciudad.
La presidenta de la Asociación de Vecinos La Granja, Ascensión Merino, así como algunos vecinos consultados se quejaban de la «dejadez» del Ayuntamiento a la hora de cubrir las necesidades del barrio y pedían «ser tenidos más en cuenta como lo son los vecinos otras zonas de Ciudad Real».
Durante la celebración se sirvió un aperitivo de sardinas asadas con la limoná típica de esta noche mágica.
La seguridad garantizada por una dotación del parque de bomberos que actuó diligentemente para que no hubiera ningún incidente.