El presidente Consejo General de Veterinarios de España, Juan José Badiola, ha asegurado que “Castilla-La Mancha actuó de forma ejemplar durante el caso de Rabia del verano pasado”. Badiola ha hecho estas declaraciones junto al consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz durante la inauguración de la jornada “Pasado, presente y futuro en el abordaje de zoonosis: RABIA”.
El objetivo de este evento, celebrado en la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, es compartir los conocimientos adquiridos por los diferentes actores implicados en la gestión del caso de Rabia que se detectó en un perro en Toledo, en junio de 2013.
Echániz ha agradecido su presencia a Juan José Badiola, y ha añadido que “la labor de los veterinarios en materia de Salud Pública es muchas veces discreta, pero siempre imprescindible y valiosísima. Tienen un papel principal en el control sanitario y la vigilancia de las industrias alimentarias”.
Hace un año un caso de Rabia en Toledo activó el nivel de alerta 1, que finalizó en Castilla-La Mancha, e implicó a distintos colectivos profesionales, entre ellos técnicos de Salud Pública o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Agradezco el papel de todos los agentes que intervinieron, y en concreto quisiera destacar la labor de la Consejería de Agricultura, que en la figura de su consejera Marisa Soriano, realizó un trabajo con rapidez, acierto y buena coordinación”, ha afirmado Echániz.
Actuaciones basadas en la evidencia científica
Castilla-La Mancha se enfrentó el año pasado a un caso de rabia, enfermedad erradicada en España desde 1978. Cuando se detecta el caso el 1 de junio se ponen en marcha todos los protocolos de Salud Pública para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
“Entre las actuaciones llevadas a cabo se sometió a un tratamiento preventivo con profilaxis a todos los contactos de riesgo con el animal infectado identificados no sólo en Castilla-La Mancha, sino también en Cataluña, dónde había estado el perro previamente”, ha explicado el titular de Sanidad.
Además, se contactó con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para garantizar la disponibilidad de vacuna antirrábica y gammaglobulina en España en cantidad suficiente. Se delimitó el área geográfica para aislar el brote y se reforzó la vigilancia y el control de animales domésticos, ganado de la zona y animales de riesgo.
El consejero de sanidad y Asuntos Sociales ha afirmado que “una de nuestras prioridades fue facilitar la mayor información al ciudadano, dando tranquilidad y seguridad para evitar preocupaciones excesivas o innecesarias”.
En todo momento las actuaciones se basaron en la evidencia científica y con la ayuda de herramientas técnicas como los sistemas de vigilancia epidemiológica en humanos y animales. Castilla-La Mancha ha solicitado la revisión del Plan de Contingencia Nacional para el control de la Rabia en animales domésticos a raíz de esta experiencia.