El presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, ha pedido esta mañana un plus de solidaridad a las familias de la provincia para que el Programa Vacaciones en Paz se desarrolle con éxito este verano. Ha explicado De Lara, que ha estado acompañado por el delegado del pueblo saharaui en Ciudad Real, Abdelahe Almed, y por los coordinadores provincial y regional de la iniciativa, Francisco Real y Silvestre del Río, respectivamente, que pretenden que sean acogidos en el territorio ciudadrealeño 145 niños, una cifra sensiblemente inferior a los 280 que fueron recibidos en 2009.
De Lara, que ha dicho que hasta que vengan los pequeños a finales de junio pretenden incentivar a otras 35 familias ciudadrealeñas que estén dispuestas a pasar un verano solidario, ha explicado que esta iniciativa que se lleva a cabo desde hace años se ha visto muy afectada por la crisis. Y ha hecho especial hincapié en que la Diputación correrá con los gastos del traslado de los menores saharauis, un desembolso que en otras demarcaciones corre a cargo de familias y ayuntamientos.
El programa Vacaciones en Paz está dirigido a niños que cuentan con edades que oscilan entre los 8 y los 15 años y se trata de una iniciativa que tiene que ver con la línea de apoyo y cooperación con el pueblo saharaui que mantiene la institución provincial desde que De Lara asumió responsabilidades de gobierno.
El presidente de la Diputación ha recordado que las condiciones de habitabilidad en los campamentos de refugiados saharauis «son extremas», por lo que el programa no sólo comprende el elemento solidario sino que existen también lo que ha denominado «razones prácticas», porque los menores pasan revisiones médicas gratuitas en las que se detectan y curan enfermedades, vinculadas algunas de ellas a la mala alimentación.
Ha destacado por experiencia propia, puesto que su familia acoge a saharauis desde hace años, que la convivencia con estos niños y niñas enriquece la convivencia, por lo que espera «que esta llamada llegue a todos los rincones de la provincia, una llamada que dice que merece la pena, aunque lo estemos pasando mal, entender que hay gente que lo está pasando mucho peor».
La labor que se desarrolla, en palabras de De Lara, es muy importante. Se ha referido también, en este sentido, a la actividad que despliega la Asociación Hausa en Consolación (Valdepeñas), donde acogen a saharauis enfermos. En la actualidad hay dos menores con patologías graves que están siendo atendidos. Son casos que el presidente de la Diputación conoce con detalle porque ha intervenido directamente en la llegada de los dos niños a España para ser atendidos.
Por su parte, Abdelahe Almed, representante del Gobierno saharaui en la provincia de Ciudad Real, ha agradecido, como también lo ha hecho De Lara, a los responsables regional y provincial del programa Vacaciones en Paz, Silvestre del Río y Paco Real, respectivamente, su trabajo y dedicación. Y con respecto al presidente de la Corporación provincial ha expresado un especial reconocimiento, por su compromiso personal con la causa saharaui.
Abdelahe ha explicado que ya son pocas las Administraciones que apoyan este y otros programas que benefician al pueblo saharaui y que la Diputación de Ciudad Real se ha convertido en la columna vertebral en lo que ayuda se refiere, porque hay instituciones como la Junta que ya no aportan recursos. Ha reconocido que la crisis les está afectando mucho porque los campamentos de refugiados saharauis dependen exclusivamente de la ayuda exterior.
«Este programa es muy importante para las familias de los niños que hoy hacen su mochila soñando que sean acogidos por una familia castellano-manchega. Entendemos que es un apoyo importantísimo y constituye una experiencia que marca a los niños saharauis durante muchos años de su vida», ha dicho Abdelahe Almed.
Del Río y Real han remarcado que apoyan a las familias en todo momento, por lo que no deben temer nada si surge algún problema. Han comentado que no deben tener reparo en ponerse en contacto con la asociación para cualquier cosa, pues colaboran todo lo que pueden con el objetivo de que la vida en las familias sea lo más normalizada posible.