Hasta el 2 de junio se pueden contemplar en la Escuela de Arte Antonio López de Tomelloso las creaciones del ceramista Gregorio Peño. En presencia de numeroso público, entre el que se encontraba el concejal delegado de este centro educativo, Jesús Morales, ayer se inauguró esta sorprendente exposición compuesta por formas contrapuestas, orgánicas, llamativas, que causan extrañeza al observador, haciendo que se pregunte si realmente están hechas de barro.
Según explicó Gregorio Peño aunque conoce el barro desde pequeño al pertenecer a una familia de alfareros, lo trabaja desde un punto de vista artístico, como escultor contemporáneo y no utiliza la arcilla ni como objeto decorativo, ni utilitario, sino como escultura artística.
El barro es el único material con el que crea sus obras. Según dijo, con la arcilla se pueden obtener muchas calidades a pesar de ser un material muy complejo y que requiere muchos años de trabajo para poder dominarlo. Aún así confesó que es inmejorable como soporte, pues permite obtener infinitas calidades con las que trabajar.
