La Guardia Civil ha detenido a dos personas como presuntas autoras de varios robos y hurtos cometidos en viviendas y garajes de la localidad de Manzanares, esclareciendo un total de nueve delitos de robo y hurto y una falta de hurto. Uno de estos robos fue cometido en un establecimiento público.
Durante el pasado mes de marzo se inició una serie de robos en domicilios y garajes de la localidad de Manzanares, lo que dio origen a una investigación de la Guardia Civil de esta localidad en la que sus efectivos se entrevistaron con las víctimas y sus vecinos realizando minuciosas inspecciones oculares de todos los lugares en los que se habían cometido.
Como fruto de estas actuaciones iniciales se averiguó que un menor, perfectamente conocido por los investigadores y cuyos padres habían sido detenidos meses atrás por un delito de tráfico de drogas, había sido visto con objetos procedentes de los robos a lo largo de alguno de los días en los que fueron cometidos o en días inmediatamente posteriores.
La Guardia Civil llevó a cabo un registro en el domicilio de este menor y recuperó varias bicicletas, así como piezas sueltas de otras, una vídeoconsola, una silla de montar, dos radio-CD, una mini cadena, un ciclomotor, un grupo de soldadura y un contenedor de golosinas, por lo que fue detenido.
Con la detención de este menor, vecino de Manzanares, la Guardia Civil esclareció un robo cometido en un kiosco de venta de golosinas, tres robos en viviendas, a las cuales accedieron saltando los muros perimetrales del patio, una tentativa de robo en casa habitada, dos robos en garajes, en los que forzaron sus puertas, dos delitos de hurto cometidos en plazas de garajes comunitarios y una falta de hurto.
La Guardia Civil continuó las investigaciones y detuvo a O.M.N., de 21 años de edad, también vecino de Manzanares y coautor de uno de los delitos de hurto y otro de robo en un domicilio y recuperó una bicicleta sustraída que este último había estacionado en la puerta de su domicilio.
Los detenidos deambulaban por la localidad de Manzanares y cuando observaban algún domicilio en el que coincidían las condiciones propicias, forzaban las puertas para acceder al interior sustrayendo distintos objetos y las bicicletas. Estas últimas eran desmontadas y con sus piezas construían otras nuevas, pintándolas de nuevo para evitar que fueran reconocidas por sus propietarios.
