Las primeras comuniones llegan a Daimiel

Daimiel Noticias.- Este fin de semana se abre el ciclo de celebraciones relacionadas con la Primera Comunión. Un evento religioso que se extenderá durante todo el mes de mayo y que lleva asociada asimismo un concepto social que arrastra a su vez una serie de preparativos con implicación directa de sectores como el comercio, fotografía y restauración; la mayoría han registrado una demanda plena en la contratación de sus servicios.

El mes de mayo viene marcado por la celebración de la Primera Comunión de la mayoría de niños con 9 y 10 años de la localidad. Este fin de semana se abre el ciclo en las iglesias de Santa María y San Pedro. La celebración religiosa no es ajena a una serie de preparativos que llevan aparejadas una reactivación económica, pese a que muchas familias buscan reducir gastos con la reutilización de vestidos de comunión, trajes, vestimentas y complementos. Sin embargo, la mayoría de los establecimientos hosteleros de la localidad tienen completos sus salones para los tres fines de semana en los que se desarrollan dichas comuniones.

Un total de 150 niños participarán de esta celebración religiosa, 83 lo harán en la iglesia de Santa María La Mayor y 67 lo harán en la iglesia de San Pedro Apóstol. El párroco de San Pedro, Eulalio Asensio, comentaba que «la cifra de niños que realizan la primera comunión se mantiene a lo largo de los últimos años, ya que el hecho de que haya más o menos niños que realizan la comunión depende más de la natalidad que de otro factor».

Sin embargo, para los niños este día será recordado por otros elementos que socialmente se han impuesto a la celebración de este Sacramento. Su festejo lleva consigo en muchos casos la contratación de banquete, una vez acabada la correspondiente eucaristía. También, el reportaje fotográfico, los obsequios para los invitados, el vestido, los complementos y joyas y regalos para los protagonistas de la ceremonia.

Comuniones que, junto con bautizos, apenas están acusando la crisis económica en cuanto a reservas en los restaurantes. Un lado opuesto a otras actividades relacionadas con la moda o joyería, donde se resiente en mayor medida.

Desde la gerencia del restaurante El Bodegón, Ramón Sánchez-Camacho, afirma que «cada vez tiene más reservas, este año los tres fines de semana están completos en el salón con alrededor de 100 plazas». Sin embargo, la actual coyuntura de crisis se deja notar en el menú, cuyo precio parte de 60 euros. «Los padres sí que recortan en muchos platos, con un evento sencillo pero sin que falte de nada», precisa.

Parece que este comportamiento se generaliza en el sector de la restauración. Desde Las Brujas, por ejemplo, señalan que «las comuniones se celebran tanto o más que las bodas, por ello el primer y último fin de semana en el que se ubican las comuniones, el salón está al completo con más de 300 reservas». Se evidencia, eso sí, que el número de invitados desciende, restringiéndose a grados directos de familiaridad, como explicaban otros tantos hosteleros de la localidad.

Las comuniones se han convertido en celebraciones familiares que comparten con las bodas el tradicional detalle que se entrega a los invitados a las mismas. En este sector, las ventas y encargos han aumentado considerablemente respecto a años anteriores en comercios como Esencias Perfumería y Complementos. Su gerente, Victoria María Espinosa, explica que «este año los pedidos para este tipo de regalos han aumentado un 40% en el caso de las comuniones». Además, Espinosa añadía que «hay un amplio surtido de productos por precios muy económicos. Aunque la situación económica actual implica que «tanto las casas comerciales como los establecimientos hayamos ajustado los precios para que todo el mundo pueda permitirse obsequiar a sus invitados con un regalo de calidad y a buen precio, desde 2 o 3 euros incluso».

En cuanto al reportaje fotográfico en estudio, parece que sigue manteniendo la misma demanda que en años anteriores. «Los padres no escatiman en cuanto a sus hijos, por lo que la sesión fotográfica de estudio sigue siendo demandada», comenta el gerente de Foto Video Domingo. Un reportaje que ha cambiado a lo largo de los años debido a los avances fotográficos, donde Infantes aseguraba que «todos los reportajes se hacen en formato digital, con un álbum encuadernado a modo de libro compuesto por fotografías tratadas con ordenador». Por el contrario, durante la ceremonia y el banquete, «la mayoría de clientes se las arreglan con sus propias cámaras de fotos o incluso con los móviles de alta gama que también realizan fotos de buena calidad», añadía Domingo Infantes.

Sin embargo, hay otros establecimientos cuyas ventas se mantienen comparándolas con años anteriores. En el caso de la venta de los trajes de comunión, desde el establecimiento Calvillos Moda,  su gerente, Ángela Pozuelo, explicaba que «el nivel de ventas se mantiene respecto al año pasado, pues la crisis sigue afectando a muchas familias que se arreglan con lo que tienen, aunque otras sí que tienen que comprar este vestido que para niño ronda los 300 euros y para niñas pueden llegar hasta los 450 euros».

Esta tendencia se mantiene a su vez en las joyerías, un lugar esencial para adquirir los típicos regalos de comunión como relojes, medallas, esclavas y un largo etcétera. Tomás García Consuegra, dueño de una empresa de joyería confirmaba que «este año las ventas se han mantenido o incluso han bajado respecto al año 2013».

Dentro del catálogo de regalos que se pueden encontrar para estos eventos, las imprentas siguen siendo un lugar con mucho trasiego durante estos días, en su caso Victoria Pérez Pedrero, gerente de ‘Imprenta Victoria’ comentaba que el volumen de ventas se mantiene también y que el presupuesto que padres o familiares suelen gastarse en estos regalos varía según la cercanía o parentesco, aunque las situó entre los 20 a 50 euros. Donde los regalos más comunes siguen siendo en «los libros de firmas, tanto para niños como para niñas, junto con globos terráqueos, muñecas, joyeros o estuches de los diferentes equipos de fútbol y libros para los niños».

En definitiva, la Primera Comunión se ha convertido en una celebración religiosa con un alto porcentaje de niños y niñas que participan de esta Sacramento al que le rodean muchas connotaciones,  entre ellas la socioeconómica.

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