Decidiendo qué votar

Rafael RoblesTras leer los diversos programas electorales uno constata, otro año más, que lo único que diferencia esencialmente a unos partidos de otros es el grado de participación en el nacionalismo, bien sea españolista, regionalista o tribal. Esto explica que para dar con el partido que mejor pueda enfrentarse a la lamentable coyuntura de crisis-estafa que padecemos sea preciso proceder por descartes para encontrar el virtuoso medio entre el obsesivo españolismo que pretende recuperar Gibraltar, Cuba y las Filipinas y el obcecado tribalismo cateto que exige la soberanía para su bloque de vecinos. Aparte del nacionalismo apenas importa otro criterio porque todos y cada uno de los partidos, sean de derechas o de izquierdas, se limitarán a cumplir sumisos y obedientes con las políticas que les marquen desde Bruselas. De este modo, ya que no podemos decidir la ética (la forma de repartir la riqueza) escojamos, cuando menos, la estética (la forma de hacer sentir a los ciudadanos su pertenencia a una sociedad y, en consecuencia, el rol que adoptan).

De los treinta y nueve partidos que concurren a las elecciones son pocos los que cumplen con el requisito de no obsesionarse con el nacionalismo, es decir, aquellos que aparentemente creen que el nacionalismo no es una buena opción para organizar una sociedad armónica, respetuosa, inclusiva y democrática. De este modo los partidos que apelan a un conciliador nacionalismo multinivel (que propone lealtades nacionales compartidas) son Izquierda Unida, Partido Popular (sí, también), PSOE, el Partido X, Ciudadanos en Blanco, la Confederación Pirata, Equo, Podemos, UPyD y Ciudadanos. Los demás, ¡veintinueve!, están demasiado obsesionados con sus tribus o sus imperialismos y parece que consideran enemigos o intrusos a quienes no son de su sangre.

Aparte de la cuestión nacionalista es preciso dejar constancia de que quien estas líneas escribe no se considera de derechas o de izquierdas, sino que intuye que lo apropiado es decantarse por un lado más individualista u otro más estatal del espectro político según la coyuntura económica y el grado de presión de las mafias financieras. Aplicar medidas keynesianas en tiempos de bonanza podría ser tan perjudicial como adoptar políticas liberales en tiempos de penuria económica como los de ahora.

Es así que hace ya mucho tiempo que habría que haber abandonado el ineficaz neoliberalismo para sustituirlo por políticas sociales que, a buen seguro, sabría poner en práctica Izquierda Unida (la Izquierda plural). Sin embargo compruebo preocupado y sorprendido que se presente a las elecciones de la mano de la Irmandade Nacionalista de cuyo programa se infiere un desfasado y excluyente “los gallegos primero”. IU queda descartada porque de estos pequeños detalles se deducen futuras decisiones desagradables.

Equo, otra de las opciones respetables, también hace el juego al nacionalismo, así que, lamentablemente, es preciso descartarlos. No es de recibo que vayan de la mano de Socialistas Independientes de Extremadura o del Partido Castellano. Lo mismo sucede con Podemos que se asocia, incomprensiblemente, con Compromisu con Asturies.

Del Partido Socialista y del Popular (sonlomismo) está ya todo dicho y padecido. La primera vez que me engañes será culpa tuya, pero la segunda… ¡Descartados!

De esta guisa observamos que solo nos quedan cinco cartas: el PartidoX, la Confederación Pirata, Ciudadanos en Blanco, Unión, Progreso y Democracia y Ciudadanos. En un próximo artículo trataré de explicar cuál de estas opciones es la más apropiada.

Antes de que se lancen ustedes a desollarme en los comentarios permítanme decirles que mis discrepancias con algunos proyectos políticos no deben de resolverse con insultos sino con argumentos, que aceptaré de muy buen grado. Además siempre dudo si mi decisión es la más acertada; supongo que ustedes saben que la distribución de la riqueza y las identidades no es una ciencia exacta, por esto, precisamente, existe la política.

La antorcha de Diógenes
Rafael Robles
http://www.rafaelrobles.com
@RafaelRob

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8 COMENTARIOS

  1. «…ustedes saben que la distribución de la riqueza y las identidades no es una ciencia exacta, por esto, precisamente, existe la política.»

    ¿Lo sabe la gente? Yo creo que no.

    ¿Quién ha leído la Constitución? Algo fundamental en la vida de cualquier español.

    ¿Quién se ha parado a leer las funciones de la UE, de su parlamento, de la Comisión etc etc.

    Otro gallo nos cantaría si la gente se parara a pensar que el voto es algo muuuy serio y que un error a la hora de ejecutarlo, son cuatro años de penas forzadas. Y si no, echad un vistazo a nuestro alrededor social, ecoómico, fiscal o político…

    Que cada uno vote lo que crea conveniente, pero que vote.

  2. Echo de menos partidos que no cumplen la premisa nacionalista como RED o PACMA. Vamos que usted decide que partidos mencionar pero es que el pacma no tiene ningún programa «tribal» y tuvo más de 200mil votos en las últimas europeas. Como ha descartado tantos por ese motivo estos dos ausentes me han sorprendido. Me parece que hay muchos más.

  3. El PACMA, por favor, qué broma es esta de partido animalista no tiene sentido…. ¿Y el resto del programa? ¿La situación de los animales justifica dar nombre a un partido como si esta fuese la cuestión primordial?

    Y respecto a las reservas sobre el nacionalismo me parecen en muchos casos simples prejuicios. Por ejemplo respecto a Anova o a la coalición AGE de Galicia. Anova no pide «los gallegos primero» pide «los gallegos también» y es que aunque resulte difícil de comprender para un manchego centralista por la unidad sentimental (que no sé de donde viene) con la villa y Corte, lo cierto es que hay gente en España que considera lo castellano como algo extraño que se ha impuesto, y de hecho en muchos casos no les falta razón.

    Si bien me parece también que la cuestión «nacional» no puede mediatizar las propuestas políticas. Por eso Anova se ha unido a Izquierda Unida, porque la lucha contra la Troika, por un BCE que preste dinero a los países directamente, por unos impuestos progresivos europeos o la posibilidad de cambios estructurales en los impuestos-presupuestos de cada estado, es fundamental.

    • Pues descojonate pero con el dineral que se gastan en corridas y en la caza muchas vidas humanas podían mejorar. Vamos que juzgando por el nombre a un partido es normal que te descojones.

      Si dejas de ser un vago y suponer cosas podrás buscar el programa del PACMA y ver que no sólo trata de políticas de defensa de los animales.

      • Es que no me jodas. Izquierda unida. Ale ya está el programa en dos palabras. Populares en una. Menudas mofas.

      • Mira uno de los puntos:
        4.10 DEMOCRATIZACIÓN DEL BANCO CENTRAL EUROPEO Las políticas que regulan la actividad del sistema financiero de la Unión Europea deben estar f ijadas y controladas por el Parlamento Europeo. La política económica y monetaria del Banco Central Europeo debe tener en cuenta criterios de justicia en sus decisiones, tales como una mayor igualdad, el pleno empleo y la consecución de una sociedad sin discriminaciones.

    • Pues no sé de dónde te sacas tú que Castilla haya impuesto absolutamente nada al resto de España. España está formada por todas y cada una de las regiones que la integran. En cuanto a la «unidad sentimental con la villa y corte», efectivamente un manchego se puede sentir más unido a un madrileño (hemos compartido una región durante muchos años llamada Castilla La Nueva) que con un catalán o un vasco que reniega continuamente de todo lo que le es ajeno, territorialmente hablando.

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