Manuel Franco. Afiliado a CCOO.- Por sus peculiaridades como ciudad industrial surgida en el ocaso del siglo XIX, Puertollano ha estado sometida al mercado mundial. Primero el carbón, después el complejo petroquímico, y el sueño hecho añicos de las energías renovables. Estas industrias básicas, en una escala equivalente al grado general de desarrollo alimentaban un sector servicios y una economía interna no siempre adecuada a las necesidades.
El carbón, que dio origen a la ciudad industrial, creó enormes fortunas entre los propietarios de las concesiones cuyas migajas recogían algunos funcionarios públicos o cargos políticos a su sueldo. Los mineros, trabajadores de la construcción y campesinos pobres recibían sueldos miserables, no tenían asistencia sanitaria más allá de los servicios sanitarios de las minas, municipales o de órdenes religiosas si no lo podían pagar, pocos sabían leer. Se formaron las primeras organizaciones obreras y las huelgas contra la explotación se incrementaron.
A nivel internacional el panorama no dista mucho, en todos los países europeos y los que emergen con fuerza como USA, Japón y Australia la clase obrera vive en similares condiciones, en las “colonias” en condiciones de esclavitud, los capitalistas ven incrementar considerablemente sus fortunas. El agotamiento de los mercados y la lucha por las materias primas desemboca en La Gran Guerra. Esta en la Revolución rusa y en una oleada de huelgas en todo el continente de las que Puertollano no fue ajena. La derrota de la revolución alemana en 1919 y 1923, y el atraso secular de Rusia favorecieron el desarrollo de la burocracia estatal, base material del estalinismo.
El embrión de complejo petroquímico surge de la autarquía franquista. Los amigos y empresarios del régimen con los falangistas a la infantería han amasado ingentes fortunas con las concesiones estatales y la mano de obra barata, cuando no gratis de los trabajadores presos del régimen. Su nacimiento fue de la mano de la apertura y la ayuda americana y era hija natural de la enorme expansión mundial de la industria petroquímica tras la II Guerra. La clase obrera no tiene organizaciones y está indefensa ante el Estado y la patronal que lo sustenta. Poco han mejorado sus condiciones de vida respecto de las minas en los albores del S. XX. Empieza a notarse mejoras a partir de 1960. El PSOE tiene militantes totalmente incomunicados entre ellos, la dirección en el exilio desatiende a sus militantes y sigue empeñada en buscar una salida a la dictadura desde el exterior. El PCE vira en su política y decide, correctamente y en las mejores tradiciones bolcheviques, organizarse en la clandestinidad y trabajar con los vecinos fomentando el asociacionismo y con los trabajadores introduciéndose en el sindicato vertical y en los enlaces sindicales.
A nivel internacional Europa ha salido de la guerra totalmente destruida. La URSS fortalecida (a pesar del padecimiento en la guerra) entra en el reparto de las zonas de influencia en el mundo. En Europa del este la burguesía huye a pesar del compromiso de la URSS, los partidos comunistas, totalmente sometidos a la política exterior del estalinismo se quedan solos en el poder. En el oeste Stalin cumple su parte y da órdenes estrictas para que los PCs “nacionales” frenen la ola revolucionaria en el Mediterráneo; Francia, Italia, Grecia. En Reino Unido los laboristas ganan con amplia mayoría con un programa de nacionalización de la industria del carbón y los transportes, y un plan para erradicar la infravivienda y de cobertura sanitaria universal.
El aparato productivo está destruido. USA con su aparato productivo intacto necesita mercados para sus productos. Las inversiones necesarias para la reconstrucción de Europa son de tal calibre y tan larga amortización que la burguesía renuncia cortésmente a ser emprendedora y cede el papel a “papa estado”. Se nacionaliza el carbón, el acero, la energía, etc. Se garantiza la enseñaza, la sanidad y los servicios sociales a toda la población. La socialdemocracia internacional ve confirmada la superioridad del reformismo parlamentario sobre el socialismo revolucionario. Se inicia el mayor ciclo de crecimiento económico de la historia del capitalismo.
Las renovables. Ciudad del deporte, ciudad de la cultura, puerta del Valle de Alcudia… ¡Por fin! Ciudad de la energía de la mano de la entrada de grandes multinacionales en el sector de las energías limpias. La preocupación por el medio ambiente es también una fuente para “emprender”, lo dice Al Gore enamorando por igual a reformistas y a eléctricas y petroleras. Es una franca oportunidad para Puertollano, todos al empeño por captar al inversor, se consigue Silicio Solar y Solaria, falla la multinacional BP. Los trabajadores podemos comprar casa, buen coche, irnos de vacaciones a lugares lejanos y hasta hacernos retoques estéticos para sentirnos mejor. También podemos ser inversores bien a través de la adquisición de acciones de la propia empresa, bien en fondos de inversión con los pequeños ahorros.
El proceso de privatización de la industria básica está totalmente completado con alguna excepción. Las empresas que cotizan en bolsa ven crecer el valor de sus acciones. Salen al exterior grandes firmas convirtiéndose en el orgullo patrio de la mano de su mejor representante, El Monarca. Las direcciones sindicales asumen un rol de hombres de estado y facilitan que no crezcan los salarios mientras se da un incremento sustancial de la productividad del trabajo que repercute de forma importante en el aumento del beneficio empresarial, en una minúscula parte en salario para los trabajadores más antiguos y ni un cero a la izquierda en salario diferido más allá del aumento del empleo. El PP, partido natural de los capitalistas crece; hombres de bien, buenos patriotas y algunos pillos. El PSOE a pesar de conservar cierta militancia es una maquina electoral comprometida hasta el tuétano en la defensa del capitalismo. El PCE queda reducido a su mínima expresión dentro de IU que esta en continua disputa entre quienes aceptan el capitalismo y sus instituciones, y quienes aceptan las instituciones para denunciar el capitalismo.
A nivel internacional, las políticas keynesianas que tanto favorecieron el crecimiento sobre la base de mercados vírgenes llevan sin funcionar desde las crisis 73-79, el déficit de los estados alimentaba la deuda hasta hacerla insoportable. La socialdemocracia internacional olvida la mejora de las condiciones de vida de la mayoría de la población y se empeña en resucitar el “modelo” que tan buenos resultados dió. Las derrotas del movimiento obrero en Europa, América Latina y la Península Ibérica, dan un respiro al capitalismo. Colapsada la burocracia estalinista que ha estrangulado la economía planificada, en todos los países llamados de socialismo real se abraza el sistema de libre mercado convirtiéndose los dirigentes “comunistas” en los más grandes capitalistas. La oligarquía internacional se siente victoriosa… ¡El Estado ha fracasado. Viva la anarquía! Eso sí, ejercito, jueces y policía, son la parte de Estado que no sobra. La llamada Globalización, que ya Marx definía hace 175 años, hace del Estado español una parte más del juego geoestratégico del mercado mundial junto con Irlanda, Portugal, Grecia e Italia en el marco de la UE.
La economía es una continua fiesta en la que los trabajadores soportamos un considerable incremento del ritmo de trabajo y mayor disponibilidad. Se acaba la fiesta 2007-2008 y nadie quiere pagar la factura. Sarkozy habla de refundar el capitalismo, tras varias reuniones del G-20 y G-8… vaya si lo han refundado, pero bien, bien: La cifra de paro mundial es escandalosa, la riqueza que podría generar toda la suma de músculos y cerebros ociosos equivaldrían a una gran potencia económica. La desigualdad social aumenta, a la par que hay brotes verdes, o se ve el final del túnel, o atisbamos claros signos de recuperación.
Todos y cada uno de los acontecimientos económicos importantes que ha vivido Puertollano han tenido sus raíces fuera, muy fuera de la voluntad de esta ciudad. A la vez Puertollano ha puesto muchas veces su voluntad, junto con la de millones de obreros, por transformar radicalmente la situación y mejorar socialmente.
Cualquier pretensión de arreglar la situación exclusivamente desde el poder local es una perdida de energía que en lo único que puede concluir es en una situación igual, de despilfarro, clientelismo… solo que con otros actores. Las competencias jurídicas y políticas como mínimo son de ámbito estatal. La obligación del poder local o autonómico es trasladar las necesidades reales y las propuestas concretas para satisfacerlas, exigiendo la adopción de las medidas jurídicas para llevarlas a término al gobierno competente. El problema son esas propuestas, ninguna excede el límite de buscar inversiones, “emprendedores”, capitales, y soñar con “nuevos yacimientos de empleo”.
El PP y el PSOE se afanan en ello y ningunean el padecimiento de millones de familias trabajadoras. Dejaron, como en el resto de países, alimentar burbujas especulativas de todo tipo, fibra óptica, licencias de vuelo, la construcción y la vivienda, demasiado grandes estas últimas. Ninguno va a ir más allá de los reproches mutuos entre ambos o de la unidad de acción frente a cualquier otra alternativa que no sea la mencionada. Las direcciones sindicales también empeñadas en estas alternativas se comportan como ministros sin cartera, consejeros sin cartera, concejales sin cartera… un ambiente muy favorable para aún no teniendo cartera, tener cuenta corriente o un patrimonio que la engorda.
En este bosquejo histórico faltan dos acontecimientos importantes; La lucha contra el fascismo a nivel internacional tubo su punto de no retorno tras la derrota de los trabajadores del Estado español en 1934, 1936-37 y la derrota final con el aplastamiento de las organizaciones obreras en 1939; y la llamada transición 1976 en un contesto de crisis 1973-79, con la caída de la dictadura de los coroneles en Grecia y la revolución portuguesa 1974; cuando la dictadura comprobó que sus días estaban contados por el empuje de la lucha obrera, por mejorar sus condiciones de vida, por los derechos civiles y contra la impunidad de los torturadores y los mamporreros de Franco se empezaron a vestir de elegante democracia bajo la égida de los Borbones.
Acontecimientos en los que Puertollano no ha sido ajeno. En ambos casos la clase trabajadora no jugó solo el papel de limitarse a protestar y ser una mercancía peculiar para los capitalistas. Fue un actor principal, junto con sus organizaciones, los capitalistas y sus estados, ejércitos, caudillos (que a veces les salían rana) y la diplomacia internacional (o arreglo de asuntillos de mercado). Los actores secundarios; el cuarto poder y la clase media propietaria que en periodos de “normalidad” son actores principales y la cultura que dejó de hacer solo de extra.
El marxismo formaba parte del bagaje de las organizaciones obreras. En los veinte, la CNT, la organización más combativa del proletariado y campesinado español, con arraigo en Puertollano, formalizó encuentros con la Internacional Comunista. En los setenta el PSOE mantenía en su programa “máximo” la abolición de las clases sociales mediante la nacionalización y el control democrático de la economía, aún no había renunciado formalmente al marxismo, aunque de hecho, jamás estuvo en la cabeza de sus dirigentes, pero sí en la de muchos obreros socialistas, en algunas casas del pueblo los retratos de Pablo Iglesias, Marx y Engels estaban acompañados por el de Rosa Luxemburgo.
La burguesía se disfrazaba de moral, de seguridad, de patriotismo y sentido del deber, de social, caritativa y emprendedora y de cuantos nobles atributos corresponden al ser humano, y alguno no tan noble como la intriga, el odio y la guerra, mientras realmente temblaban por sus patrimonios socio-económicos, industrias básicas y medios de producción y distribución masivos. En ambos periodo los partidos burgueses desaparecían y se creaban nuevos reflejando la inestabilidad de la clase dominante
A los acontecimientos de los años setenta en el Estado español y Puertollano nos referiremos con más extensión en próximos artículos. Por un lado se dan en un marco internacional del que no nos podemos abstraer, por otro hunden sus raíces en los acontecimientos de los años treinta (por ello uno de los objetivos de los próceres de la constitución era pasar página) y por otro son una de las causas de dos décadas de crecimiento que han supuesto un espejismo.
Los fondos Miner son lo que en su día se negaron a admitir las direcciones sindicales, pan para hoy y hambre para mañana. ¿Estaban justificados en su momento? Es absurdo contestar a esa pregunta, cada quién tomo partido en su momento. Seguiremos al movimiento obrero organizado para saber qué, quién y por qué, tomo esa u otra decisión. Es la forma de aprender de la historia.
En la actualidad, además de un enorme nivel de desempleo local, también podemos hablar de la clase trabajadora privilegiada, esa que tiene su futuro asegurado, con unos sueldos descomunales, que apenas han notado la crisis y derrumbe del actual Puertollano, tanto en las grandes empresas como en la administración pública, incluidos los políticos, que han conducido los designios de esta localidad, que tuvo un gran potencial que no supieron desarrollar. Políticos pillos, muy pillos como los que describe este artículo, más de PSOE que de de otros partidos, que aplicaron las políticas keynesianas de incremento de gasto, pero que no tuvieron efecto, porque este gasto se acaba convirtiendo en un descontrolado despilfarro en obras y más obras inútiles y muy costosas, por encima de su valor real, que no dotan a la localidad de aquello que realmente necesitaba.
Hoy muchos parados aspiramos a pertenecer a esta casta privilegiada de trabajadores, que cobran un gran sueldazo y tienen muchos muchos derechos, nada que ver con la explotación de otros siglos que aquí se menciona.