Daimiel Noticias.- La imagen lució las mejoras anunciadas en una procesión de tres horas y cuarto de duración. Aunque a las 11:35 horas ya se podían ver los primeros nazarenos coloraos por las inmediaciones de la iglesia de San Pedro, la entrada se retrasó por una leve incidencia producida en las faldas de la imagen de la Santa Cena al enrollarse en una barra lateral izquierda, impidiendo maniobrar bien. A las 00:15 horas y con los compases de la Banda de Cornetas daimieleña, se adentraba la titular de la Cofradía en el templo.
La cofradía del Santísimo Cristo de la Columna y María Santísima de la Amargura cumplió con lo previsto en una noche que se brindó plenamente primaveral. Las calles mostraron su mejor cara al estar flanqueadas por miles de personas que esperaban expectantes a ver la primera de las procesiones (tercera contando con los dos Vía Crucis precedentes).
Fueron en torno a tres horas y cuarto de duración para un desfile donde la titular lució una corona nueva y propia. Se cumplía así con la decisión acordada en cabildo de 2013 donde se dispuso esta mejora ejecutada en Talleres Orovio por su propio regente. Igualmente con la revisión en las potencias del Cristo del paso de la Oración en el Huerto.
A las 11:35 horas se podían ver aparecer a los primeros nazarenos coloraos. Sin embargo no sería hasta las 00:15 horas cuando la titular que cierra el desfile portada por medio centenar de hermanos fuese introducida al tiempo que sonaba la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Columna y Nuestra Señora de la Amargura. Una leve incidencia con el primer de los pasos detuvo el ritmo durante algo más de diez minutos. Al girar hacia el pasillo que conduce a la puerta de acceso, las faldas del paso de la Santa Cena se enrollaron con una de las barras localizadas en el lateral izquierdo lo que impidió una completa maniobra. Una dificultad que se añadía a la complicada empresa de introducir una imagen en la que apenas se le concede margen de movimiento por la limitación de la puerta.
Así concluyó una noche en la que, en términos generales, la procesión se desarrolló con tranquilidad y multitudinario seguimiento.