La Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural, AMFAR, anima a las mujeres rurales de Castilla-La Mancha a adquirir los títulos de Vigilante de coto privado de caza y/o de Especialista en captura de especies cinegéticas depredadoras. Ambos regulados en las convocatorias publicadas por la Consejería de Agricultura de Castilla La Mancha, en el Diario Oficial de 28 de marzo y 8 de abril de 2014, en las que se recogen los detalles sobre instancias, plazos de solicitud y desarrollo de pruebas.
Para la presidenta nacional de AMFAR, Lola Merino, estas convocatorias representan una oportunidad de empleo para las mujeres rurales de la región, máxime teniendo en cuenta que la actividad cinegética tiene un gran peso socioeconómico en Castilla-La Mancha por su capacidad para la creación de empleo y riqueza en la región.
Merino recuerda que la caza genera más de 6.500 empleos fijos en Castilla-La Mancha, que tiene una facturación anual que ronda los 600 millones de euros y que abarca 7 millones de hectáreas ocupadas por 5.000 cotos.
Unos datos que se incrementarán considerablemente ahora que el Gobierno de Castilla-La Mancha, en su decidida apuesta por impulsar el sector cinegético, ha firmado una licencia única interautonómica de caza y pesca junto a Extremadura, Castilla y León y Madrid, sumando un total de 380.285 cazadores y 527.912 pescadores y mejorando las perspectivas de futuro de este sector.
“AMFAR es una organización que se declara abiertamente aliada con la actividad cinegética como garantía de futuro de numerosos municipios de Castilla-La Mancha, sobre todo de las zonas más deprimidas, y en los que las mujeres juegan un papel trascendental”, ha señalado Merino.