Multimedia.- Más de 200 personas, villarrubieros que viven y trabajan en distintos puntos de España y del extranjero, se dieron cita días atrás en El Mirador de la Mancha, para compartir una cena, donde el recuerdo y el sentimiento villarrubiero afloraron de manera especial, en el homenaje al Villarrubiero Ausente.
En esta cena se rindió homenaje a 60 villarrubieros ausentes. A todos ellos se les entregó una placa de cerámica de Gómez-Porro dedicada con su nombre. Uno a uno fueron fotografiados para que tuvieran un recuerdo de ese día y también para colgar las imágenes en redes sociales y enviarlo a medios de comunicación.
En el acto intervinieron los dos organizadores, además de la alcaldesa de Villarrubia Encarnación Medina, a quien acompañaba el concejal de Bienestar Social Lorenzo Cabezas; el periodista de la cadena ser Felipe Serrano; el alcalde de Collado Villalba e hijo de Villarrubia, el popular Agustín Juárez que asistió con sus padres e hijo. Aunque no estaba previsto quisieron decir unas palabras algunos homenajeados, y una nieta que dedicó unas palabras con mucho amor a su abuelo. La palabra más utilizada por las autoridades que hablaron en la entrega de placas fue diáspora.
Comentaban sus anécdotas los asistentes, entre ellos algunos llevaban más de 55 años de ausencia de su pueblo.
Valentín Rodríguez, el organizador del evento, junto a Alejandro Baeza, indicaba que a la cena acudieron más de 200 personas, muchas de las cuales residen en las diferentes autonomías del país, como Cataluña, Aragón, Asturias ,Andalucía, Valencia o Madrid. Los dos organizadores dedicaron más de 3 meses a preparar el evento.
También acudieron dos personas naturales de Villarrubia de los Ojos y con residencia en Moscú y Argelia, lo que dio un toque internacional a la cena. Rodríguez desea que esta iniciativa suponga un punto de encuentro para muchos, a la vez que una excusa para poder volver a compartir al menos unas horas con familia y amigos, y de esta forma fomentar el sentimiento de ser y sentirse villarrubiero.
Sus organizadores quieren realizar este homenaje cada año, ya que calculan en más de 1.100 los villarrubieros existentes por toda España, “y visto el éxito de este año lo seguiremos haciendo porque ya tenemos muchísimas demandas”, añadían.
El encuentro fue muy emotivo. Vinieron personas que fueron amigos de la infancia o juventud y ya no se reconocían porque hacía 40 años que no se veían. “Cuando se ponían a hablar, parecía que la conversación la habían dejado ayer y la retomaban hoy”, comentaban. Sin lugar a duda fue una lección de amor a las raíces, a los amigos y a la familia.
Muchos lloraron cuando oyeron el Himno a la Virgen y el pasodoble a Villarrubia que nos cantaron los hermanos Muñoz. Se proyectaron imágenes en blanco y negro, imágenes de recuerdos, de villarrubieros saliendo con sus maletas, donde se reconocían en fotos de archivo.
Durante la cena se proyectó un “power point” preparado para la ocasión por el Mirador de la Mancha con imágenes en blanco y negro de villarrubieros, emocionándose muchos al verlo. Además de familiares y amigos, asistieron invitados.