El concejal socialista en el Ayuntamiento de Ciudad Real, Alberto Lillo, ha acusado hoy a la alcaldesa Rosa Romero de priorizar los «lujos» frente a las necesidades ciudadanas. En este sentido, ha dicho que «la actuación de un buen gobernante debe apoyarse en tres actitudes: equidad, participación y verdad; tres cualidades que no practica Rosa Romero».
Para el concejal socialista, «la alcaldesa de Ciudad Real se olvida de la equidad, concepto que implica justicia social, la protección a sus vecinos y sobre todo a los más desfavorecidos, puesto que es capaz de destinar el 80% de las inversiones previstas para la ciudad a mejorar la calidad de vida de unos pocos, los que viven en el centro de la ciudad (obras mal hechas en algunos casos), un 20% para los de alrededor y olvidarse del resto».
«Es lo que ocurre», en su opinión, «cuando Rosa Romero toma la decisión, como ha vuelto a anunciar esta misma semana, de embellecer y mejorar el centro de la ciudad. Aún a costa de llevar el dinero de un recurso imprescindible, como es el agua de los vecinos de Valverde, a embellecer el magnífico bulevar de la Avenida del Rey Santo, que nos cuesta 160.000 euros».
Según Lillo, esta es una decisión que «por su puesto se ha tomado sin contar con los vecinos ni con los consejos consultivos de la ciudad (en los que los consejeros somos de cartón piedra que es lo que ellos quieren), como ya ocurriera con El Prado, la calle Reyes, el Plan de Barrios, el propio bulevar o la calle Ciruela», decía el concejal, «al igual que se ha decidido que después de Semana Santa se va a acometer la remodelación de la Plaza Cervantes».
Lillo ha vuelto a proponer un periodo de consultas con los vecinos y los industriales de la zona afectados, «de modo que se acuerde no sólo la mejor solución contando con todos, sino el mejor momento; decíamos que se acometiese después del verano porque entendemos que este es un momento propicio para los negocios y que las obras pueden llevarse a cabo cuando menos perjuicio causen».
En este punto, Lillo ha recordado que cuando el Grupo Socialista advirtió de que algún problema existía en el lugar, el equipo de gobierno les tachó de alarmistas, “sin embargo ahora, la alcaldesa dice que se va a inyectar cemento en el subsuelo, pero no porque pase nada”. Exigía por lo tanto al PP que «cuente la verdad, que no cuente un día una cosa y al siguiente otra según convenga porque los vecinos se merecen conocer la realidad de lo que ocurre día a día. Cuando no se aplica la equidad ni se procura la participación, el lugar lo toma el engaño y eso no lo vamos a consentir”.
En referencia al «conocimiento de la verdad», ha dicho que el PSOE seguirá exigiéndola, «como en el caso de la Vereda de Moledores, para la que hemos solicitado mediciones técnicas que digan exactamente cómo está ejecutada la obra y lo que ha costado, ya que si no es así», anunció, «el Grupo Socialista tomará medidas al respecto».
Que luego dicen que me meto con usted y con el PSOE.
Somos vecinos, su partido está en mi vivienda y entiendo que defiendan los negocios, pero vengo denunciando que para que ellos se lucren hay mil irregularidades y ponen en peligro a los vecinos y lo único que piden es explicaciones al Ayunamiento.
¿Por que no piden que se cumpla la ley?
¿Por qué no velan por los intereses de la comunidad.
¿Por qué no piden informe a los bomberos?