Daimiel Noticias.- El agua asoma en la laguna de Escoplillo. Hace prácticamente un mes, a mitad de marzo, el agua empezó a aflorar y ahora ya forma una extensión de “unos 800 metros cuadrados” en la parte más profunda de la laguna, tal y como indicaba sobre el terreno, el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Gregorio Díaz del Campo. Debido a ello todo el trigo plantado en ese punto ya ha quedado “completamente ahogado”, formando una visible zona de color amarillo que contrasta con el intenso verde del resto de la siembra.
Díaz del Campo confirmaba que el agua no afloraba allí desde finales de la década de los 70, cuando se decidió drenar la laguna para extender las zonas de regadío. “Como iban bajando los niveles, se hizo una zanja en todo el centro de la ribera para desaguar la laguna, y desde entonces hasta hoy se ha estado labrando la finca”, relataba el edil. Una situación que podría cambiar porque “si siguen subiendo los niveles, difícilmente se va a poder labrar” en el futuro.
De esta forma, Escoplillo, situada entre los caminos de Griñón y el que lleva al Parque Nacional de Las Tablas, se une a lo que sucedió ya hace un año en la laguna de la Albuera, donde sigue asomando el agua. Una sucesión de encharcamientos que continuaría, si prosigue el ascenso del acuífero, “en la laguna de La Nava”, según estimaba el concejal.
En estos momentos, el nivel de los pozos de captación municipales, ubicados en una zona elevada de los Ojos del Guadiana sigue batiendo la mejor marca precedente y, a principios de abril, el agua se encontraba ya “a menos de nueve metros”, en palabras de Díaz del Campo.