Celia Esther Cámara Gasanz. Coordinadora UPy D Castilla-La Mancha.- Hace una semana el Presidente de la Plataforma por la Ley de Dependencia en Castilla-La Mancha analizó críticamente la deplorable situación en la que se encuentran las personas que necesitan de las subvenciones para dependencia para sobrevivir y el papel de la Presidenta de la Comunidad Autónoma en estas decisiones: “Parece que en el Gobierno de (de) Cospedal se entienden las necesidades de las personas en
situación de dependencia como un acto graciable de generosidad, obviando y pasándose por el «forro de sus caprichos» el carácter subjetivo que ampara a todas estas personas, carácter subjetivo que equipara por ley todas estas prestaciones con las de desempleo, pensiones y nóminas de funcionarios, no con la de los cargos políticos que ya se encarga la Señora (de) Cospedal, y todos los de su «Corte», de blindarlas ante cualquier contingencia que pudiera producirse”.
Nunca puede ser admisible, sin embargo, considerar a las personas en situación de dependencia ciudadanos de segunda, improductivos, entendiendo que debe dejarse su cuidado de forma exclusiva a sus familiares y a la caridad de los que la utilizan para «lavar conciencias». Los ejemplos van en aumento, y altas pruebas van acopiando en la armazón citada. Algunas inadmisibles por completo. Como el caso último de un niño de la provincia de Cuenca cuya situación, sin entrar en detalles técnicos, es la de tener una incapacidad reconocida del 100%, al que le falta un pulmón, con parálisis cerebral y necesita oxígeno. Todo ello, con el agravante añadido de pertenecer a una familia monoparental compuesta por él, sus tres hermanos y su madre en paro.
Se inventa entonces la Junta y su Gobierno la “PREVENCIÓN A LA DEPENDENCIA”, y añade a ésta acto seguido la puesta en escena de lo que el consejero responsable se jacta en llevar a cabo en las próximas semanas, según anunció la presidenta Cospedal: “llevaremos al Consejo de Gobierno la Ley de Garantía de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que situará a Castilla-La Mancha en la vanguardia de la protección jurídica de los derechos de las personas con discapacidad, haciéndoles un reconocimiento jurídico expreso como titulares de derechos”.
Este anuncio debe ser desenmascarado en toda regla, estima la Coordinadora Territorial de UPyD de Castilla-La Mancha, Celia Esther Cámara, dado que ese anteproyecto es una simple cortina de humo lanzada para borrar su negativa política de recortes, cuyos recursos ha seccionado en materia de discapacidad y constituye un área que en estos instantes no necesita ninguna ley, sino el incremento de medios materiales y personales.
«Esta ley de Garantía de Personas con Discapacidad no es novedosa, ni audaz, ni positiva como ha remarcado el Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz», ha recalcado Celia Cámara, al subrayar que “lo que resulta imprescindible en estos instantes es el desarrollo, puesta en marcha y ejecución del Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre”.
La armonización de dicho texto procede en sí misma a revisar los principios que informan la Ley conforme a lo previsto en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Así, la Ley se rige por los principios de respeto a la dignidad, a la vida independiente, la no discriminación, el respeto a la diferencia y la diversidad, la igualdad de oportunidades, la accesibilidad universal, la normalización, el diseño universal, la participación e inclusión plenas y efectivas, el diálogo civil, el respeto a la personalidad y la transversalidad de las políticas.
Una transversalidad, concluye la Coordinadora Territorial de UPyD, que “en todo instante y en cualquier acción debe motivarse y llevarse a efecto con la máxima racionalidad y eficacia del II Plan de Acción para Personas con Discapacidad de Castilla-La Mancha 2011-2020, que, lejos de la flaca política aplicada por Cospedal y el PP castellano-manchego, pone mejor una sociedad a medida de cada persona”.