Luis Mario Sobrino Simal.- Hablo de la última estudiantil y es cierto que es una pena que salgan tan pocos estudiantes a la calle con la cantidad de problemas que hay en la enseñanza, como los hay en sanidad y servicios sociales…
El problema es la falta de mentalización del alumnado y de la sociedad en general desde hace unos años.
Yo recuerdo las manifestaciones que se hacían cuando Cabañeros iba a ser convertido en Campo de Tiro por el gobierno del PSOE. Cientos de personas, no solo en la capital sino en otras partes.
También, como no recordar las manifestaciones Anti OTAN y contra la Guerra de Iraq. ¡En algunas se superaron las 5000 personas!
Y de las últimas más numerosas la del 15M hace ya más de un año cuando empezó la movida.
¿Qué es lo que falla ahora?
Los sindicatos mayoritarios no tienen capacidad de convocatoria, de hecho hace años que los primeros de mayo se celebran en Puertollano porque en la capital no hay seguidores suficientes.
Las plataformas ciudadanas, aunque con afluencia, tampoco consiguen llenar las calles.
¿Qué es lo que falla?
La gente no sale a la calle por la desafección política que tiene, no sale porque no se siente representada por los partidos tradicionales, no confía en los sindicatos, no sale por que se da cuenta de que es muy difícil conseguir algo tal y como está el patio y porque se ha instalado en el «esto no hay quien lo cambie, que sea los que Dios quiera o el todos son iguales, van a lo suyo y listo». Todo este tipo de frases que oímos todos los días en la calle, en las tiendas, bares y oficinas, son las que tendrían que analizar los políticos y sindicalistas.
Cuando hay Huelga, pasa lo mismo. ¡Que pocos comercios cierran! No quieren perder un día de ventas y aunque les digan los sindicalistas que “más van a perder – a la larga – si abren” no obtienen respuesta positiva.
Motivos hay más que suficientes pero algo falla, al menos en Ciudad Real que es una ciudad – quizá sea unas de las razones – muy pero que muy conservadora.
A nivel estatal la cosa cambia, ahí están las “mareas” multicolores. Pero en Ciudad Real por desgracia, es lo que hay.