La Biblioteca Pública de Ciudad Real acogía ayer una charla, organizada por Oro Blanco, sobre sexualidad y sensualidad durante el embarazo y la lactancia. La psicóloga y sexóloga Blanca Torres Cazalla desgranó las claves para conocer y disfrutar del placer sexual y emocional en estas etapas de cambio.
Blanca Torres comentaba que la sexualidad no tiene por qué interrumpirse durante el embarazo, «no tiene ningún efecto perjudicial, de hecho es bueno tener relaciones sexuales durante el embarazo». A pesar de esto, esta psicóloga y sexóloga explicaba que el deseo de la mujer cambia y por diferentes cuestiones: por aspectos biológicos, en los que tienen mucho que ver las hormonas, pero también en el sentimiento físico de la mujer, que cambia por aspectos psicológicos. Pueden darse casos de ansiedad -algo que sería natural en las embarazadas- o miedo a perjudicar al bebé, «aunque esto es más que nada un prejuicio», advertía Blanca Torres. «Durante la lactancia, el deseo también puede resultar afectado por factores biológicos y sociales, aunque en la lactancia cambia más todo lo que es biológico y circunstancial, pues la llegada del bebé puede condicionar bastante».
Torres destacaba el papel del placer emocional, muy ligado a la parte biológica y, en concreto, a la producción de oxitocina. Esta hormona se segrega para el parto y durante la lactancia tiene también un papel muy importante. «En el parto, pero también en el orgasmo», puntualizaba esta psicóloga y sexóloga. «Es la hormona que se segrega durante el orgasmo, pero también en relaciones afectivas y, entre ellas, la lactancia. Sin la oxitocina no se produce el reflejo de eyección para que salga la leche. Es importante para la lactancia y, a su vez, la lactancia la promueve y la incentiva», añadía.
«El papel de placer emocional es éste -decía-, el contacto con el bebé; el hecho de que el bebé esté lactando provoca sensaciones muy agradables que pueden ser incluso a nivel físico, y que emocionalmente tienen un papel muy importante. Muchas mujeres, aunque no puedan dar el pecho a su bebé recién nacido, en los casos excepcionales en los que esto no es posible, también segregan oxitocina a través del contacto físico. Los abrazos, las caricias, las miradas, y este placer también se produce con la pareja, por supuesto, aunque no haya sexo como tal porque el deseo haya disminuido. El contacto físico sigue siendo una fuente de producción de oxitocina y de placer físico y emocional», aseguraba.