Iván García Rodríguez. Coordinador Local de IU de Puertollano.- La debacle industrial de nuestra ciudad ha terminado de materializarse con el anuncio de cierre de Solaria, superviviente todavía del intento de diversificación industrial de Puertollano mediante el impulso del sector de las renovables. Un impulso de altas miras que ha terminado en el hondo pozo de la desmantelación y el desempleo.
La reindustralización de Puertollano ha fracasado y tiene unos responsables:
Quienes han desarrollado las esperpénticas políticas de desarrollo industrial en Castilla La Mancha desde Toledo y, para el resto del país, desde Madrid. A esto se le añade la nefasta gestión empresarial que tanto en el caso de Silicio Solar como ahora el de Solaria, ha llevado a la desaparición de la esperanza de poder forjar un futuro para nuestra localidad.
Las renovables, demonizadas por las eléctricas y, machacadas y ninguneadas por la política industrial del actual gobierno del Partido Popular, han sufrido,junto con otros sectores,los altos costes a pagar de unas reformas laborales reaccionarias y abusivas además de la nula gestión de sus posibilidades productivas y mercantiles para seguir favoreciendo a unas empresas eléctricas que, después de su liberalización, estafan con total impunidad a los consumidores, sabiéndose dueñas de un bien básico y de primera necesidad para el ciudadano como es el consumo eléctrico doméstico.
Si a eso unimos decisiones empresariales claramente erróneas en cuanto a gestión, opacidad de la misma, ingenierías fiscales varias y búsqueda inmediata de beneficios, obtenemos el cóctel perfecto para que proyectos de re industrialización, sea aquí o donde sea, fracasen en cuestión de pocos años.
Un mercado, el de las renovables u otros, desregulado, que favorece la competencia salvaje entre empresas de un mismo sector trae como consecuencia, más tarde o más temprano, la destrucción de empleo. Y si a esto añadimos la nula preocupación por el desarrollo de políticas industriales que tengan el claro objetivo de buscar alternativas reales para la creación de empleo, caso claro en este país, nos sitúa en un punto de no retorno pero si de comienzo de unas nuevas relaciones laborales basadas en la semi-esclavitud de la clase trabajadora.
La competitividad salvaje y desregulada, esa diosa capitalista que cada vez nos pide más esfuerzos,es decir, el mercado libre, es y será un problema endémico junto con la falta de inversión de capital en el amplio sector de las renovables que, de ser gestionado debidamente, generaría riqueza que,bien repartida, supondría el abandonar el oscuro túnel donde están ahora mismo muchos ciudadanos, no solo de nuestra ciudad y comarca.
El momento en el que nos encontramos no deja lugar a dudas. Hay que exigir a quienes tienen responsabilidad para atajar esta problemática una actuación inmediata:
La construcción de políticas activas de empleo es algo vital. Y comencemos aplicando la lógica más aplastante,el crédito a la pequeña y mediana empresa. Y a la par,mandar a la papelera la famosa reforma laboral. No es una solución mágica,surgirían problemas,por supuesto. Pero serían otros,no estos…
No es tarea fácil,sobra decirlo. Pero el no exigir el cambio de rumbo necesario nos haría cómplices,por pasividad,de esta situación.
O se termina con estas políticas devastadoras o no se abandonará esta crisis-estafa, nunca…¡Jamás!