El informe del interventor municipal, del que ha trascendido que avala la opinión del equipo de gobierno en relación al vínculo entre la ampliación de la zona azul y la Hacienda Local, no ha aplacado el ánimo de la oposición. El concejal socialista Alberto Lillo insistía esta mañana en que el equipo de gobierno estaría «negando» a 10.000 vecinos, la posibilidad de que se llevara a cabo la consulta.
«Por qué hablamos ahora de temas económicos, de la Hacienda Local, respecto a la zona azul cuando la zona azul se aprobó en un Plan de movilidad urbana sostenibilidad, no se aprobó en un plan económico», se pregunta Lillo. «Pues si es una cuestión de movilidad vamos a tratarla ahí».
El concejal socialista añadía que «los vecinos, y no el Partido Socialista, se están lanzando a la calle, porque están hartos de las formas dictatoriales como las que se emplean en algunos ayuntamientos».
Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Pedro Martín, afirmaba que el informe del interventor municipal refleja que la ampliación de la zona azul es una cuestión referente a la Hacienda Local. «Las personas que han promovido el referéndum sabían desde el principio que, si tenía que ver con la Hacienda Local, no se podía llevar a cabo ese tipo de consulta». Es la excepción a la convocatoria de un referéndum que establece el Reglamento de Participación Ciudadana, la norma a partir de la cual se ha puesto en marcha esta iniciativa ciudadana.
«Todo esto es una actividad política para desarticular la zona azul que está funcionando perfectamente en la ciudad, que está dando respuesta a la rotación en cuanto al aparcamiento y que se está viendo en estos meses que no ha dado ningún problema», concluía Martín.
El día menos pensado este concejal dará una rueda de prensa con unas aceitunas y una cervecita en el atril y un palillo en la boca
Y otro día menos pensado, algún concejal de (adivine usted el partido) dará su rueda de prensa con el libro «Herederos del Fascismo en España» en dicho atril.