J. Carlos Sanz.- En torno a dos mil escolares de Primaria, pertenecientes a 16 centros educativos de Puertollano, asistirán desde hoy y hasta este viernes a la representación de “Siete pétalos” en el auditorio municipal. Se trata de un montaje elaborado por la compañía teatral “300 alas blancas” con el que se busca implementar valores como la aceptación e integración de personas con capacidades diferentes mediante la resolución de acuerdos para convivir en sociedad.
La obra se engrana dentro del proyecto educativo “Una diferencia, mil similitudes” y cuenta con el patrocinio del complejo industrial de Puertollano y la Fundación Repsol. Roberto Cabrera, Subdirector de Personas y Organización, recalcó la idoneidad de una actividad pedagógico-teatral que encaja como un guante en los principios de integración de la discapacidad que se promueven desde Fundación Repsol. También, valoró el que dicho proyecto haya sido realizado en su totalidad por personas de Puertollano.
Un proyecto pensado para desarrollar valores como la convivencia con personas diferentes
Ana Torres Lara, actriz principal de la obra junto a Almudena Sánchez, señaló la dimensión pedagógica implícita en este proyecto. Junto a la obra, los profesores de los centros educativos tienen a su disposición un cuaderno pedagógico con el que trabajar con sus alumnos en diversas actividades así como desarrollar valores como la amistad y la integración de capacidades diferentes.
Según Torres, el objetivo es que los alumnos “aprendan que hay mucha gente diferente y que se han de llegar a acuerdos para vivir en sociedad”. Además, una vez finalizada la representación, los alumnos participan en una charla-coloquio con las actrices para resolver aquellas dudas que les haya suscitado la trama o bien exponer sus propias reflexiones.
La historia de Andrea, una niña aquejada de síndrome de Williams
“Siete pétalos”, cuyo guión es de Borja Rodríguez, explora el mundo de Andrea, una niña aquejada de síndrome de Williams, una enfermedad genética que hace que los niños posean características especiales como mayor predisposición para la música, oído absoluto y mayor empatía que el resto.
La obra se desarrolla con dos personas que evocan su niñez y en un lugar tan específico como una azotea. De la mano de las dos, se cuenta una historia de convivencia, de conocimiento mutuo, de aceptación de la pluralidad y de la individualidad del ser. Todo ello desde una óptica infantil.
A juicio de Ana Mª Moralo, Concejala de Integración, con este proyecto se consiguen dos objetivos. Por un lado, que los niños tomen contacto prematuro con las artes escénicas y que sepan ver “que hay personas diferentes que se pueden integrar en la vida común”. Por último, alabó el respaldo de Fundación Repsol asegurando que esta iniciativa, dentro del ámbito de la integración, es el que más va a calar por su gran difusión.