Dos sentencias judiciales acercan el fin del agravio en la Venta de la Inés

J. Carlos Sanz.- El agravio en la cervantina Venta de la Inés puede tener sus días contados tras conocerse dos sentencias judiciales que desestiman los recursos presentados por La Cotofía. Por un lado, el Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de la finca colindante contra el derecho de la Venta de la Inés a disponer de agua del cercano río Tablillas. Por otro, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha dictaminado una sentencia donde se rechaza el recurso de La Cotofía en contra de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) tanto de la Venta como su entorno.

Así lo asegura Vicente Luchena, Coordinador de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia, quien señala que con dichas sentencias se está cerca de proceder tanto a la reapertura del camino público que conduce a la Cueva de la Venta como a que los propietarios de la misma puedan realizar la captación del agua del río Tablillas para su abastecimiento particular.

Además, estas dos sentencias judiciales pueden finiquitar el calvario de litigios que desde hace años se vienen produciendo entre los propietarios de la Venta de la Inés -la familia Ferreiro- y los dueños de La Cotofía. Un conflicto larvado en el tiempo y que se ha caracterizado por una política de hostigamiento que ha sido denunciada numerosas veces por colectivos como Ecologistas en Acción y otros.

Sin ir más lejos, en diciembre de 2013, Vicente Luchena recriminaba el “veto” que a su entender estaban practicando los agentes de la Guardia Civil a los accesos públicos de la finca La Cotofía y más concretamente al paraje de la Venta de la Inés. El Coordinador del colectivo ecologista reclamaba a las instituciones públicas el cumplimiento de las leyes señalando lo siguiente:  “exigimos que los caminos públicos, las vías pecuarias y los ríos estén abiertos al libre tránsito de cualquier ciudadano. Exigimos a las instituciones que cumplan con sus obligaciones, independientemente de la influencia o cuenta bancaria de la persona implicada”.

Hay que recordar que el propio gobierno regional declaró la Venta como Bien de Interés Cultural en agosto de 2009 y con la consideración de “sitio histórico” después de que el Consejo de Gobierno aprobara dicha declaración a iniciativa de la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía. Sin embargo, tal declaración no impidió que, por parte de La Cotofía, se torpedeara el libre tránsito  hasta la Cueva de la Venta.

La captación del agua por parte de la Venta se resuelve a su favor

Otro pleito sin resolver era la captación del agua del río Tablillas. Felipe Ferreiro solicitó dicha captación ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el 8 de septiembre de 2003. Han transcurrido más de 10 años desde aquello y hoy en día los propietarios de la Venta no pueden abastecerse de este agua. Pese a que la Confederación resolvió favorablemente la solicitud en noviembre de 2007 y en julio de 2008 se procedió a la resolución del otorgamiento de la concesión para la captación del agua, los dueños de La Cotofía presentaron un recurso de reposición ante la Confederación Hidrográfica que lo desestimó el 28 de septiembre de 2009. Sin embargo, La Cotofía presentó nuevo recurso, de carácter contencioso-administrativo, ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Finalmente, dicho Tribunal, en sentencia de 7 de noviembre de 2012, rechazó el recurso y mantuvo la decisión de permitir a la Venta de la Inés captar agua del río Tablillas.

Pero ni aún así el propietario de La Cotofía cejó en su empeño de impedir que Ferreiro y su familia pudieran favorecerse de captar agua de un río público. De hecho, presentó un recurso ante el Supremo que finalmente ha sido desestimado. Esta sentencia pondría fin a un galimatías jurídico que ha obstaculizado el derecho de los propietarios de la Venta a disponer agua. Aunque ahora el Supremo les da la razón, Luchena detalla que “aún no tienen la conducción pero esperemos que la puedan instalar pronto”.

La Asociación de Amigos de la Venta de la Inés, otro colectivo que desde su inicio ha luchado en defensa de los intereses de la familia Ferreiro, recordaba tiempo atrás en un comunicado que la sentencia del Tribunal Superior de Andalucía ya declaraba el cauce fluvial que discurre por la finca como de aguas públicas.

El comunicado afirmaba que ello traía consigo varias consecuencias: “que el propietario de la finca La Cotofía no podrá enviar a sus guardas ni denunciar ante la Guardia Civil a las personas que quieran visitar la Fuente del Alcornoque (que, además está declarada como Bien de Interés Cultural, aunque esta decisión, para variar, también la ha recurrido el propietario de La Cotofía ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha después de que la propia Junta desestimase un recurso previo). Tampoco podrán impedir el paso a quien desee visitar las pinturas rupestres de la cueva de la Venta de la Inés, aguas arriba del cauce fluvial ahora declarado de aguas públicas y, por lo tanto, de libre tránsito. La tercera consecuencia es la irregularidad flagrante que ha cometido el propietario de la Cotofía al represar aguas públicas y procurarse un pantano para su disfrute y aprovechamiento exclusivo de estas aguas. Dicho pantano está cercado por una valla que impide el acceso al río Tablillas y recientemente este cerramiento se ha hecho aún más hermético para impedir que algún osado pescador se adentrase en la zona. Este agua pública represada del río Tablillas se hurta al pantano del Montoro y, por consiguiente, a la población de Puertollano y a su complejo industrial que toman el agua de este pantano. ¿Hasta cuándo se tolerará semejante abuso de poder?” se preguntaba en aquel momento dicho colectivo.

Con las dos sentencias recientemente dictaminadas estaríamos asistiendo a los últimos coletazos de un pandemónium de denuncias y recursos entre los propietarios de la Venta y el dueño de La Cotofía que parecía no tener fin.