Villa Real: Del Topos al Logos (XXII)

José RiveroHasta 1958 año  en que se publica el folleto ‘Un trienio de gestión municipal 1955-1957’, puede decirse que la ciudad no había su­frido ninguna intervención de interés o de alcance significativo. En esta publicación municipal, se analizan diversos factores del momento y se pasa revista a las actuaciones más interesantes producidas en los últimos años. La publicación, por otra parte, se inicia, bajo el epígrafe  teórico de ‘Algunos supuestos’ con estas palabras: “Só­lo con el valor relativo que puede darse a las frases hechas, admitimos, la afirmación de que Ciudad Real es la Capital pobre de una provincia rica. Como Capital tiene que cubrir unas exigencias que no se dan o pasan más desapercibidas, en las otras localidades. toposlogos1955-aComo ciudad económicamente débil no puede satisfacerlas con prontitud y holgura. Las pocas más de 29.000 hectáreas de nuestro término, no producen lo suficiente para nuestra alimentación, en cuanto ésta depende de la agri­cultura y la ganadería, lo que nos obliga a importar; nuestra industria no existe ni indiciariamente; nuestro comercio es escaso y poco próspero. Sabemos; y no nos duele su situación, que otras poblaciones de la provincia pueden prescindir de relacionarse con su Capital en actividades no oficiales. Así resulta la nuestra, en relación con la capital, una provincia excéntrica”.

Lamentamos también una extensión urbana desproporcionada a nuestra población. Sin contar los Anejos, nuestras vías públicas totalizan 34.045 metros lineales para poco más de 30.000 habitantes. Esta hipertrofia y la costumbre tradicional de edificación chata, complican y agravan la prestación de los servicios municipales”.

toposlogos1955-bAsí no es de extrañar, que, no obstante, aplicar todos los ingresos que permite la ley, o se obtengan los suficientes para una actuación exigente y exigida y que nuestra población no aumente en el ritmo de otras Capitales. Hay que aludir también a ciertos factores negativos de nuestra idiosincrasia que no compensan ade­cuadamente los positivos”.

Tras estas ajustadas consideraciones, ligeramente críticas, de la ciudad y sus relaciones con el territorio provincial, se puede leer en el capítulo de Urbanismo, las distintas tareas emprendidas por la Corporación. Entre otras, citamos: la colaboración en el Plan de Ensanche, redactado por la Comisión Provincial; los proyectos de reforma in­terior del sector comprendido entre Antonio Blázquez y Morería (proyecto retomado, como ya hemos visto, de los años 30); sector final de Morería y Ronda; la zona que se extiende entre la nueva Avenida del Rey Santo y la calle Pozo Dulce; y la comprendida entre la calle del Tinte y el Paseo Cisneros.toposlogos1956-a

Conjuntamente se efectúan diversas obras de infraestructura con unos totales de 17.621 m2 de adoquinado, 3.714 m2 de acerado, 2.281 metros lineales de conducción de agua y 635 metros lineales de alcantarillado, La renovación edificatoria también experimenta en estos años un claro impulso. Así se levantan diversos grupos de viviendas: 26 en la calle la Mata (promovido por el Ayuntamiento); promovido por la Diputación el Grupo Vicente Galiana y el de la Plaza de Toros; por la obra sindical del Hogar entre otros los de la Avenida del Rey Santo. De forma que en 1958 se están edificando en la ciudad 433 viviendas, También, en estos años revisados, se levantan algunos edificios públicos como: El Gobierno Civil, el Pabellón Central del Hospital Provincial, Cuartel de la Guardia Civil, Hacienda, Telefónica y el Instituto de Sanidad.

La renovación que se propicia con la salida de la Autarquía, se puede resumir con las palabras que en 1956 aparecen en el Boletín de las Ferias y Fiestas: “De aquellas casitas de una planta, con más aspecto rústico que urbano, ya van quedando pocas que disfrazan su vejez con afeites de periódicos jalbiegos. En casi todas las calles existen ya nuevas edificaciones particulares, muy numerosas y  bellas en su mayoría, y las construcción de edificios públicos y oficiales ha sido y es contribución muy consi­derable al progreso urbanístico de nuestra ciudad[1].toposlogos1956-b

Podemos decir que en estos años, cercanos al Plan de Estabilización, se producen los últimos retoques previos a la ruidosa renovación de los a­ños sesenta. Si en estos años, aún la ciudad mantiene una fidelidad, en su trazado y en su tipología, a la vieja ciudad; los años próximos van a traer, con la explosión económica del ‘milagro español’, una profunda destrucción del legado tradicional.


[1] Boletín de Ferias, Ciudad Real, 1956.

Periferia sentimental
José Rivero

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