La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, se ha mostrado “muy satisfecha” con el resultado de la negociación sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC), “ya que fortalece al sector agrario de Castilla-La Mancha porque mantiene nuestra ficha financiera; atiende a los sectores con más riesgos de perder las ayudas de la PAC, como el ganadero o la agricultura de secano; e implanta un modelo en el que las ayudas por primera vez van para la agricultura y ganadería activa”.
Así lo ha señalado en Toledo en una rueda de prensa en la que ha desgranado los principales aspectos del ‘modelo español’ de la reforma de la PAC que han acordado el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas, y que estará vigente hasta el año 2020.
Soriano ha reconocido que ha sido un debate “duro e intenso”, pero ha destacado que lo importante es que se ha logrado “no sólo mantener -sino incluso incrementar ligeramente- el presupuesto para Castilla-La Mancha”, ya que a los en torno a 5.600 millones en ayudas agrícolas y ganaderas que se lograron en julio de 2013, hay que sumar 1.147 millones para desarrollo rural -4 millones más que en este septenio-, por lo que la ficha financiera 2014-2020 para la región superará los 6.700 millones de euros.
Dentro de otras partidas presupuestarias, la consejera ha subrayado que se han logrado consolidar 20 millones de euros a través del pago básico para los agricultores de las tierras de secano más áridas de Castilla-La Mancha, cuyas subvenciones estaban en el aire al desaparecer la línea de ayudas a la rotación de secano. En este aspecto, ha indicado que era una cuestión “muy importante porque beneficia a unos 10.000 agricultores de la región”.
Dentro también del sector agrícola, ha reseñado que se han obtenido mejoras para los frutos de cáscara, que contarán con 14 millones en ayudas acopladas a nivel nacional; para los cultivos proteicos -como guisantes, leguminosas o girasol- que recibirán 44 millones a nivel nacional; o para las leguminosas de calidad, que se incluirán en los pagos acoplados.
490 millones en ayudas para el sector ganadero
La titular de Agricultura de Castilla-La Mancha ha afirmado que otra de las grandes prioridades era “dotar de fondos al sector ganadero para garantizar su futuro, ya que era el que quedaba más desatendido”, por lo que el Gobierno regional ha apostado durante la negociación por habilitar una parte importante de los fondos acoplados del conocido como ‘sobre nacional’ para los ganaderos, que finalmente recibirán 490 millones al año, el 84 por ciento de los 583 millones anuales con los que está dotado dicho ‘sobre nacional’.
Gracias a ello, ha destacado que los ganaderos de ovino de Castilla-La Mancha van a multiplicar por 5 sus ayudas, pasando de unos 3,3 millones a unos 16 millones de euros al año, así como que los ganaderos de caprino de la región van a ver duplicados sus fondos.
Ayudas para la ‘agricultura y ganadería activa’
María Luisa Soriano se ha mostrado satisfecha con “una de las grandes novedades de esta reforma”, como ha calificado al hecho de que las ayudas tengan como destinatarios a los agricultores y ganaderos que mantienen activas sus explotaciones, “que son los que generan riqueza y empleo”.
Así, el acuerdo establece que ‘agricultor o ganadero activo’ será aquel que perciba al menos un 20 por ciento de sus ingresos agrícolas por la venta de sus productos, de forma que las ayudas de la PAC no supongan más del 80 por ciento de lo que percibe. Además, por lo que respecta a los ganaderos, se les obliga a tener un mínimo de animales por hectárea para recibir las ayudas, con el fin de que las zonas de pastos estén realmente aprovechadas.
En todo caso, ha concretado que todos aquellos productores que reciban menos de 1.250 euros al año en ayudas las seguirán manteniendo, ya que esta definición de ‘agricultor o ganadero activo’ sólo afecta a aquellos que reciben más de esa cantidad.
Una regionalización que evita grandes trasvases de fondos entre productores
Por otro lado, la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha se ha referido a la ‘regionalización’, es decir, la división en comarcas agrarias homogéneas dentro de las cuales aplicar cierta convergencia y reducir las diferencias entre ayudas percibidas por hectárea.
En este punto ha concretado que “el Ministerio y las comunidades autónomas hemos acordado la creación de entre 22 y 24 comarcas a nivel nacional, un número que se ajusta a lo que hemos defendido, que estaba entre 20 y 25 comarcas”, ya que los informes de los técnicos de la Consejería señalaban que era una horquilla beneficiosa para los agricultores y ganaderos de la región que, además, evita grandes trasvases de fondos entre productores, de forma que cada agricultor y ganadero mantenga su actual nivel de rentas.