Para la Corporación Republicano-Socialista: “El moderno sentido del urbanismo, no sólo consiste en acometer problemas de gran envergadura, sino en acometerlos perfilando sus detalles, que son los que siempre darán el matiz perfecto. La conveniente conjunción de sus partes nos dará siempre la armonía del todo”.
La nomina de trabajos, de diversa entidad, acometidos en esos años da una clara idea del interés con que se actúa en pro de la ciudad. La reforma del antiguo cementerio de San Pedro, las distintas mejoras del Parque Gasset (glorieta, palomar y biblioteca popular) entre las obras menores son algunos casos a citar. Conjuntamente con estos trabajos menores se adoptan otras medidas tendentes a favorecer la urbanización general con este sentido se efectúan diversas compras y expropiaciones. En la calle Alarcos se expropian cinco inmuebles para, mejorar la alineación de la misma; se proyecta la mejora del sector de la Lentejuela, conectando esta operación con el ya mencionado grupo escolar Pablo Iglesias y con la apertura de la Avenida Nakens; la prolongación de Reyes hasta el Matadero, las modificaciones del callejón del Gas, Carlos Vázquez, Nueva, o la ya citada la Avenida Nakens. En palabras de la repetida Memoria: “la construcción del grupo escolar Pablo Iglesias y las parcelas contiguas, hicieron pensar fundadamente en que tales terrenos podían constituir la zona de ensanche de la capital más notable. Y esta importancia que concebimos para los terrenos de la calle Lentejuela, nos planteó la necesidad de establecer un medio de enlace que respondiera, en todo a los dos extremos: al hermoso Grupo Escolar Pablo Iglesias y la Avenida de Alarcos,…. condiciones eran éstas que no podía satisfacer la vieja travesía del Seminario, sin un completo ensanche, ensanche que por evitar se produjera sobre las edificaciones existentes, se hizo sobre el huerto del Seminario Conciliar, adquiriendo 465,50 m2 hasta lograr una hermosa calle de 12 metros de ancha, que hoy lleva el nombre de Avenida Nakens”.
Las infraestructuras también se potencian y se acometen diversas obras. Ejecutándose en total 1.500 metros de emisario y ocho mil trescientos sesenta y seis de alcantarillado; tres mil cincuenta y siete de distribución de agua y diversas pavimentaciones. Entre los proyectos que se formulan, en la Memoria caben destacarse: El Estadio Municipal, sobre terrenos del Cuartel de la Misericordia; alineación de la calle General Espartero; Reforma de la Plaza de la Republica (que con las obras recientemente acometidas de Juzgados Casa Socorro y Correos, ganaría en conformación arquitectónica); La Nueva Escuela Normal (junto al grupo Escolar Pablo Iglesias); el Mercado Nuevo; la ampliación de jardines del Instituto; la creación de una avenida en prolongación de la calle de los Reyes.
A mi modo de ver el proyecto no realizado más significativo es el del trazado de la vla Norte-Sur. “Algo que representará una reforma, en extremo revolucionaria, en el sentido urbanístico local será la vía Norte-Sur, que partiendo de la convergencia de la calle del General Espartero y Moret, iría a desembocar en la Plaza de Concepción Arenal (antes S. Francisco) alineando la mencionada calle de Moret, Castelar, Ruiz Morote y desapareciendo la manzana de casas comprendidas entre las calles de Granada y S. Francisco”[1] Aquí ya nos encontramos ante una formulación urbana de envergadura; la ciudad se concibe ya como un todo que se va a estructurar mediante un eje que posibilite no sólo un mayor enlace de toda la población con la estación de ferrocarril sino también un dispositivo organizador del tejido urbano. El proyecto de Nuevo Mercado, aplazado en diversas ocasiones desde que en 1929 se anunció un concurso, se presenta definitivamente en 1934. Supone una actuación que mejorando las dotaciones comerciales de la capital, se ejecuta en forma modélica la implantación en la totalidad de una manzana, favorece la calidad tipológica de la pieza. Formalmente se adopta una composición en la que se dan cabida a elementos estilísticos muy próximos al lenguaje racionalista. Otra de las edificaciones que se finaliza en el mencionado ario es el inmueble de Postas 31; levantándose en la confluencia con la calle Alarcos. Pudiéndose considerar como una de las primeras actuaciones claramente contemporáneas, tanto por el lenguaje usado como por la resolución de la esquina.
Vemos brevemente, en estas líneas, el esfuerzo realizado durante los años republicanos por construir la ciudad. El colapso de la Republica y la posterior Guerra Civil, dejarán muchos proyectos en las carpetas y archivos, impidiendo las circunstancias proseguir en la tarea iniciada en 1931. De esta forma brusca, queda truncado un periodo, aunque breve, importante en la conformación y la construcción de la ciudad.
Las reformas urbanas que se acometen y estudian están referidas a fragmentos de la ciudad en los que se considera preciso realizar algunas intervenciones de cirugía en unión de otras con mayor alcance, como la propuesta de Octubre de 1932 aprobando el Plano de Alineaciones de la Ronda de Circunvalación. Plan que daría lugar a las conclusiones en la reordenación y demolición de los bordes urbanos y particularmente de los restos amurallados. Restos que, por lo ya visto, llegaban en estado de colapso y cierre, tras abandonos largos, utilización de elementos y saqueos de material. Por ello, la pretensión sostenida por Sánchez Lillo, en su obra citada, de responsabilizar a la Corporación Republicano-Socialista del desmantelamiento de la muralla, resulta excesiva desde la lectura del informe de Arias, como Arquitecto Municipal, de septiembre de 1931. En el citado informe Arias, señala que “No existe Plan General de Urbanización”, sino sólo unos criterios de ordenación que vienen aplicándose desde 1929. No parece creíble, por otra parte, que una Corporación llegada al Consistorio en el mes de abril, en tan sólo cinco meses pueda asumir la responsabilidad de un abandono de la cerca amurallada de más de ochenta años.
La raíz común de todas las actuaciones está presidida por un sentido regularizador del trazado viario, suprimiendo los estrangulamientos propios del tejido heredado y posibilitando desarrollos tipológicos más coherentes con los programas edificatorios higienizados. Implícitamente en tal innovación se estaba operando la modernización productiva del suelo, al racionalizar huertas y cercados improductivos y transformarlos en soporte edificatorio, evidenciando con ello, la otra cara de la racionalidad urbana basada en el aprovechamiento productivo del suelo corno génesis de mecanismos posteriores. En todo caso puede concluirse valorando el empeño de la experiencia del consistorio republicano-socialista como “La lucha por conquistar la racionalidad urbana”[2].
[1] J. RIVERO SERRANO, Ciudad y arquitectura: 1931-1934, en “Ciudad Real 1931-1934. Homenaje a José Maestro”. Ciudad Real 1983, pág. 71.
[2] J. RIVERO SERRANO, Ciudad y arquitectura: 1931-1934, en “Ciudad Real 1931-1934. Homenaje a José Maestro”. Ciudad Real 1983, pág. 71.
Periferia sentimental
José Rivero