Daimiel Noticias.- El musical de las Zascanduri inundó las instalaciones de Brujilandia de magia y colores en la mañana y en la tarde del sábado. Estos seres mágicos de la familia de los duendiduris llevaron su universo llamado dancilandia hasta los niños de Daimiel que durante el espectáculos pudieron aprender las normas básicas de reciclaje, la importancia de conservar el medio ambiente o la historia del Ratoncito Pérez. 
Mayores y niños disfrutaron el sábado del musical “Zascanduri” que llevó la magia y los colores hasta Brujilandia. El espectáculo que ofreció dos pases para los niños daimieleños, uno por la mañana y otro por la tarde, trasladó a los asistentes hasta el universo de Dancilandia, un mundo habitado por unos seres mágicos llamados duendiduris, al que pertenecían las Zascanduri, que fueron las encargadas de dirigir todo el espectáculo. Gracias a ellas los pequeños conocieron a duendes, seres de otros mundos y cuentacuentos, como Sebastián, una simpática marioneta que el sábado cumplía 190 años y que para celebrarlos contó a los niños la historia del Ratoncito Pérez.
Aunque una de las misiones principales de estas Zascanduri es conservar el medio ambiente y que Dancilandia sea “el hospital de todos los bosques del universo”, hecho por el que enseñaron a los niños y a sus padres las normas básicas de reciclaje, hay otras cosas que fascinan también a estos duendecillos mágicos. “Sólo hay una cosa que nos gusta más que cantar y bailar”, confesaban a los niños daimieleños, “¿Sabéis lo que es?: leer”. De este modo, cuentos e historias se fueron conjugando con canciones, coreografías y chistes que arrancaron sonrisas y también reflexiones en familia.
