Casi cincuenta alumnos y alumnas del CEIP “Enrique Tierno Galván” de Manzanares participaron este viernes en una actividad extraescolar organizada por la AMPA del centro con la que iluminaron de ilusiones el atardecer con decenas de farolillos voladores. Éstos surcaron el cielo cargados de mensajes escritos por los participantes. Esta costumbre oriental se ha popularizado gracias a películas como “Enredados” (Rapunzel) y “Lo imposible”.
Con el título “Iluminando nuestros sueños”, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio “Tierno Galván” celebró esta actividad que superó todas las expectativas y que resultó muy gratificante para las numerosas familias participantes. Comenzó con la lectura de un cuento navideño al alumnado por parte de María Mazuecos, promotora de esta singular iniciativa. Con los farolillos plegados, los niños y niñas escribieron en ellos variopintos mensajes y deseos.
Las familias se dirigieron después al descampado ubicado tras el colegio, donde se desplegaron los farolillos de papel y se prendieron los cartones impregnados en cera de su base con los que, como ocurre en los globos aerostáticos, se calienta el aire del interior y permite que se eleven.
Cuando pasaban las seis de la tarde, en pleno atardecer, decenas de resplandecientes farolillos comenzaron a volar para deleite de todos y asombro de los más pequeños y de quienes, sin saber de qué se trataba, quedaron gratamente sorprendidos ante tan bella estampa.
Las luces ascendieron hasta desaparecer en el cielo. Los farolillos utilizados por la AMPA para esta actividad, con etiquetado de la CE, están fabricados con material ignífugo y biodegradable. Caen a la superficie cuando se apaga por completo la llama que calienta el aire. No obstante, la asociación solicitó los permisos pertinentes y dispuso de equipos manuales de extinción de fuego ante cualquier eventualidad que pudiera haber surgido en el encendido. Como requisito, cada participante tuvo que ir acompañado de un adulto.
El tiempo resultó también un aliado en el buen desarrollo de la actividad para tranquilidad de sus organizadores ya que llovió antes y después de la misma, lo que disipó cualquier riesgo de incendio.
