Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Lo tildaron de apocalíptico y lo acusaron pretender generar alarma social de forma infundada cuando aseguró, allá por el mes de septiembre, que la Plaza Cervantes se «hundía». Este digital le dedicó un editorial bastante crítico, que el concejal socialista Alberto Lillo recuerda sin ningún resquemor, incluso con humor. Ante las últimas noticias publicadas sobre nuevos percances en la zona, hemos pulsado, de nuevo, su opinión.
Aunque la tierra no muestre aún interés por engullir este céntrico enclave de la capital, lo cierto es que las averías e incidentes, que se suceden desde el verano, no hacen sino sembrar dudas acerca del estado de la red de tuberías que atraviesa la plaza y generar desconfianza entre los vecinos de la zona.
El episodio de mayor gravedad se produjo durante el pasado mes de julio cuando, por motivos de seguridad, se desalojó y acordonó el número 5 de la Plaza Cervantes. Filtraciones en la red de alcantarillado habrían afectado a los pilares del edificio, lo que provocó un hundimiento de de la fachada de 10 centímetros. Según los técnicos, la sujeción de los edificios colindantes, evitó que el daño fuera mayor. En la actualidad, el inmueble ha sido declarado en ruina, continúa vallado y próximamente será demolido.
A mediados del mes de septiembre comenzaron las obras de acondicionamiento de la red de saneamiento de la Plaza Cervantes para reparar las filtraciones que afectaron a los cimientos del bloque de viviendas desahuciado. Sin embargo, el problema parece no haberse solucionado aún. Este fin de semana, una nueva rotura en la zona dejaba sin agua durante horas a vecinos y hosteleros.
El Ayuntamiento, siguiendo las indicaciones de Aquona (antes Aquagest), la empresa concesionaria del servicio de mantenimiento, ha aprobado una obra por importe de 61.000 euros para renovar las redes de abastecimiento y saneamiento de la plaza. Unos trabajos que darán comienzo tras el período navideño y afectarán al espacio comprendido entre el extremo que linda con la Plaza del Pilar (a la altura del quiosco de lotería) y el centro de la Plaza Cervantes. Según el portavoz del equipo de gobierno, Pedro Martín, se trata de una renovación «normal», fruto de las revisiones de la empresa concesionaria, a través de la cuales informa periódicamente de las zonas donde puede haber deficiencias. «Una labor de prevención que hace que el número de roturas sea menor», señalaba el portavoz.
Todo esto en el contexto de un plaza en la que se venden, enteros, varios edificios y en la que, además, los vecinos del número 4 solicitan que se confeccione un plan de evacuación para emergencias, pues se consideran aprisionados por las pérgolas de las terrazas instaladas por los hosteleros.
Alberto Lillo asegura que no pretende alarmar, «pero cuando hay roturas que se repiten y zonas de la plaza que se han hundido, es necesario actuar con decisión y rápidamente». Según el concejal socialista se trata de una cuestión de «responsabilidad». Valora como prioritaria la demolición del edificio, así como analizar en profundidad los problemas que afecten a las redes de abastecimiento y saneamiento de la plaza, y proceder a subsanarlos definitivamente. «Y gastarse el dinero, porque si no nos lo gastamos en poner muñequitos en el Parque del Prado no pasa nada, pero la seguridad es lo primero».
El concejal socialista entiende que este tipo de inversiones, «las que no se ven, son las más importantes», las que determinan la talla de un político, «porque no pueden lucirse, pero a la larga sirven para que todo funcione bien y no haya problemas, que es lo que realmente la gente necesita».
Esperemos que no ocurra ninguna desgracia mientras pasa el periodo navideño, estas cosas no hay que dejarlas para mañana porque mañana puede ser tarde.
Ahora voy, ahora vengo, no señor las cosas no se dejan a medias, cuando lo tildaron de alarmista, se calló y ahora salimos al rebufo de la demolición del edificio que linda con donde su partido tiene la sede, las batallas se inician y se terminan.
Denunció el peligro de la Plaza y a otra cosa mariposa y hoy volvemos al tema.
Habló de las terrazas, instaladas contra ley y hasta que no ocurra nada pues nos olvidamos del tema.
La confíanza de los ciudadanos se consigue llegando en cualquier tema que se inicia hasta el final, las medias tintas no dan buenos resultados electorales.
Para los que tengan alguna duda, yo sí voy a llegar hasta el final, cueste lo que cueste, en todos los sentidos.