Durante los meses de julio a octubre en varias Cáritas de la diócesis de Ciudad Real se ha desarrollado la Campaña de Temporeros que este año ha llevado por lema “Compartiendo lo que somos”. Con esta Campaña Cáritas ha querido poner de manifiesto, que la satisfacción de las necesidades, va implícitamente unido a la protección y garantía de los derechos da cada una de las personas que acompañamos y en estos momentos se hace más visible y vigente.
Durante esta Campaña de Temporeros, Cáritas ha organizado dispositivos de atención a estas personas, a las que ha acogido y dado respuesta a sus necesidades básicas, tales como alimentación, aseo personal, ropa o calzado. De igual manera ha escuchado los problemas que estas personas planteaban: situaciones de abuso, de precariedad de las condiciones de trabajo, de falta de alojamiento… al tiempo que ha informado y asesorado sobre las situaciones planteadas y los recursos locales existentes.
Por todo ello, esta campaña no puede considerarse sólo como un dispositivo en el que Cáritas, de forma individual o en coordinación con otras entidades, organiza la ayuda que se va a prestar durante los meses de verano, sino que también supone la denuncia de la situación en la que muchas de estas personas viven o los abusos que se cometen.
Este año 2013 desde Cáritas se han atendido a un total de 1.290 personas temporeras, un 22,6% menos de las que se atendieron el pasado año (1.668); de éstas sólo 49 han sido españolas. Las otras1.241, han sido personas inmigrantes de 18 nacionalidades diferentes, aunque en su mayoría de Rumanía, Bulgaria y Marruecos.
En cuanto a las ayudas, este año se han incrementado en un 72,5% en comparación con el 2012, todo ello a pesar de la reducción o supresión de recursos y servicios y del menor apoyo institucional que ha habido en algunas localidades, pasando de 5.013 ayudas en 2012 a 8.649 este año. En cuanto al tipo de ayudas, se han realizado 2.047 correspondientes a alimentación, 5.362 de ropa y calzado, 148 ayudas económicas, 363 ayudas en kit de higiene y aseo, 402 ayudas en duchas y otras 327 ayudas en transporte, mantas, farmacia, menaje, útiles de trabajo y enseres de cocina.
En alguna de las localidades donde se ha desarrollado esta campaña se ha trabajado en coordinación con los Servicios Sociales municipales y con otras entidades como Cruz Roja.
El hecho de organizar programas y ejecutar este tipo de dispositivos en colaboración y coordinación con otras organizaciones y entidades locales que trabajan con este colectivo, facilita la intervención con los mismos, ofreciendo a las personas temporeras una serie de servicios y prestaciones lo más adaptadas posibles a sus situación y realidad. Todo ello favorece la optimización de los recursos.
Este año los voluntarios de Cáritas han seguido detectando situaciones en las que los temporeros se encontraban en viviendas con condiciones de habitabilidad deficiente, con situaciones de hacinamiento, en los que no se ha intervenido denunciando por expresa petición de las personas que estaban viviendo en estas casas.
También se han detectado situaciones de temporeros en condiciones laborales no regularizadas y abusos en los salarios que se pagan, sobre todo cuando la persona temporera que trabaja, lo hace a través de “comisionarios” que se quedan con parte del salario.
En esta línea Cáritas Diocesana de Ciudad Real va a empezar a trabajar con Cáritas Española, para ir analizando todas aquellas situaciones de trata con fines de explotación laboral y ver el modo de denunciarlas y de que las autoridades competentes puedan ir interviniendo en estos casos.
Por último dar las gracias a los 180 voluntarios y 26 colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible el desarrollo de esta campaña.