Daimiel Noticias.-Una veintena de daimieleños acudieron el pasado sábado, 26 de octubre, a la llamada de la asociación folklórica Virgen de las Cruces que organizaba una nueva edición de este tradicional taller que se iniciaba en 2006. Este año los platos protagonistas han sido las migas, el tiznao y el dulce de membrillo.
Aviar: “Aderezar la comida. Coloquialmente alistar, aprestar, arreglar, componer”. Esta definición extraída del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y vieja conocida en el refranero popular daimieleño, cobraba más vida que nunca este fin de semana. Los grandes culpables eran los miembros de la Asociación folklórica Virgen de las Cruces que bajo el nombre de “Vamos a aviar”, celebraban la VII edición de unas jornadas gastronómicas que han destacado por su alto número de participantes, más de veinte, que supone el mayor su historia. Los talleres, que se desarrollaron el pasado sábado, 26 de octubre, en los salones de la ermita de San Roque, tuvieron a José Acosta como monitora y encargada de desvelar todos los secretos de la realización de un “buen” tiznao, migas y dulce de membrillo.
“Los primeros cien años son los peores, luego todo es más fácil” bromeaba la monitora que además daba algunos “trucos” para la elaboración de unos platos que, apuntaba, “no entrañan dificultad alguna”. El secreto de las migas, por ejemplo, está en la cantidad de agua que hay que utilizar en su preparación. En el caso del dulce de membrillo sin embargo, en los 15 minutos de cocción en una olla exprés.
Este encuentro con la tradición y las costumbres gastronómicas de Daimiel sirvió también para echar la vista atrás y trasladarse a los tiempos en los que abuelas y madres cocinaban en la lumbre con “cuatro sarmientos y una cacerola”. Unas vivencias que inculcaron a los miembros de esta asociación y que ellos pretenden seguir trasladando de generación en generación gracias a actividades como ésta.