Eusebio Gª del Castillo Jerez.– El colectivo La Purga se despedía este viernes de su Centro Social Autogestionado con la celebración de una asamblea y una fiesta. Dejan el local en el que durante los últimos dos años y medio han desarrollado sus actividades a petición de los propietarios, aunque reconocen que dejar el CSA, en parte, supone una liberación. No es más que un punto y seguido porque La Purga seguirá activa como plataforma social.
No van a buscar otro local porque mantener un centro «conlleva también mucho trabajo» y, además, disponen de espacios como la sedes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) o el Colectivo de Organización Local (COL) en los que podrían desarrollar sus actividades; «a excepción de los conciertos, aunque éstos se organizaban, principalmente, para sufragar los gastos de centro social». Así que todo su esfuerzo se dedicará a organizar ponencias, talleres y eventos de carácter cultural y social. Desde que el proyecto diera sus primeros pasos han llevado a cabo unas jornadas sobre educación, encuentros de lectura, ciclos de cine, actos de solidaridad, por ejemplo con el colectivo estudiantil, el COL o un evento para recaudar fondos para la Protectora de Animales La Bienvenida, además de diversas charlas y debates, «con el fin de crear tejido social».
De este período, desde La Purga hacen un balance «positivo», pues sin apenas recursos han «creado de la nada un espacio que estaba en ruinas, un punto de referencia en Ciudad Real cimentado en ideas libertarias, basado en el asamblearismo, la horizontalidad y la solidaridad». «Creemos que hemos ayudado a reconstruir el tejido social que estaba muerto en Ciudad Real desde hace años y que hemos brindado nuestro apoyo a un gran número de colectivos», explican.
A corto plazo, La Purga ya trabaja en un ciclo de cine sobre la cinematografía que el sindicato CNT llevó a cabo durante la guerra civil.
¿Porqué será que los locales alternativos desaparecen en Ciudad Real?
Hace bastantes meses desapareció la tienda de Comercio Justo junto a la tetería Pachamama que regentaba Benito entre otr@s, aunque se ha reconvertido en tienda de ropa y objetos de regalo también diferentes gracias al ahinco y coraje de su dueña.
Luego le llegó el turno al local del Circulo de Bellas Artes en la c/ Libertad, y ese nombre hacía verdadero honor a lo que allí «se cocía». Lugar alternativo, cultural, musical, artístico, literario, cinematográfico,… lugar donde se desarrolló durante unos meses la actividad no comercial del trueque, pero… el maldito Mr Money acabó con esta bella experiencia que llevaban Alberto y Natalia entre otras muchas personas.
Y ahora se nos va la Purga con ese tinte libertario característico.
En fin, ¿que será lo siguiente? ¿Estamos ante un estallido conservador contrario y opuesto a todo lo que sea innovar? No lo sé.
[…] colectivo La Purga se despedía el pasado mes de octubre de su Centro Social Autogestionado con la celebración de una asamblea y una fiesta. Dejaban el local en el que durante los últimos […]