Las especies vegetales que Miguel Cervantes plasmó en “Don Quijote de La Mancha” serán plantadas en la superficie de 650 metros cuadrados que ocupa el jardín del museo etnográfico (calle Granada), dentro de la iniciativa de la concejalía de medio ambiente de unir literatura con la recuperación de especies vegetales autóctonas.
En este espacio estarán las especies que aparecen en la primera parte del Quijote: ciprés, tejo, castaño, haya, fresno, acebo, adelfa, roble, encina, alcornoque, romero, zarza, álamo, jarales, cedro, naranjo, yedra, lauro, retama, romero, rosa, caña, viña, palma y olivo. Junto a cada una de los ejemplares aparecerá una placa identificativa y el capítulo de la novela de Cervantes en la que se hace mención.
Estudio de investigación histórica
La iniciativa se incluye dentro del plan de mejora de espacios públicos de la ciudad con especies autóctonas y para ello ha sido necesario un minucioso trabajo previo con el objetivo de conocer con exactitud las variedades vegetales existentes desde el siglo XVI.
El concejal de medio ambiente, Luis Miguel Ortiz, explicó que ha acudido a fuentes documentales como las Relaciones Topográficas de Felipe II (siglo XVI), el Catastro del Marques de Ensenada o el Interrogatorio del Marques de Lorenzana o los trabajos realizados por Ramón Morales Valverde o Luis Ceballos en relación a la flora que se hace mención en “El Quijote” en el Valle del Ojailén, Valle de Alcudia y Sierra Morena.
El uso de plantaciones autóctonas se complementará con el uso de rocas minerales propias de la zona, como basaltos y cuarcitas.
Las plantaciones serán realizadas a lo largo de lo próximos meses con escolares, personal de planes de empleo de la Diputación Provincial y trabajadores municipales. El coste económico será mínimo, dado que la mayor parte de las especies procederán del vivero municipal.