Julián Sanz Doctor.- “Hay algo positivo en equivocarse, la oportunidad de rectificar”. Creo que cuando a nuestro alrededor vemos como el orgullo y el poder puede mas que la humildad , considero que el rectificar en política engrandece a quien lo hace, humaniza la misma y pone las cosas en su sitio, es por ello por lo que aprovecho estas paginas para rectificar o matizar las declaraciones que realice ayer a raíz de la subasta de la vivienda de la compañera Yeray Acevedo.
Sin tener todos los datos en la mano y llevado por la indignación que invade a la mayoría de los ciudadanos de este país acuse gratuitamente de “falta de sensibilidad al juzgado que lleva su asunto”. Pues bien RECTIFICO, si RECTIFICO y lo hago en el sentido de decir que el Juzgado que conoce del asunto, por cierto uno de los que mejor funciona, no pecó de falta de sensibilidad. No fue suya la responsabilidad, no, la sensibilidad falló en aquellos profesionales que dejan de transcurrir los plazos para recurrir los despachos de ejecución, que no constituyen el deposito previo para dicho recurso. La falta de sensibilidad está en aquellos que disponiendo de 5 meses para presentar los correspondientes escritos solicitando la suspensión de la subasta, lo presentan no solo el día anterior, sino sin estar personados en los autos, sin firma de profesionales algunos… con lo que el recurso interpuesto solicitando la nulidad del procedimiento por clausulas abusivas, no puede ser por menos que rechazado, como así fue. ¡AHÍ ESTA LA FALTA DE SENSIBILIDAD! y no en el juzgado al que por falta de estos datos acusé erróneamente.
Decir asimismo que el comportamiento del Secretario, Funcionaria y Juez ha sido de total y absoluto respeto hacia Yeray, como no puede ser de otro modo, y de comprensión hacia su indefensión en la que se ha visto abocada.
Podría haber obviado esta cuestión, pero no sería honesto con la verdad, ni con la justicia, pues como decía Ulpiano la Iustitia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. Pues dicho queda a cada uno lo suyo.
Me resultó llamativo que en la noticia de portada figurase usted haciendo declaraciones relativas a la falta de sensibilidad de un juez, y que, acto seguido, comentase, en esa misma noticia y a través del face, que el escrito solicitando la suspensión de la ejecución de la subasta carecía de los requisitos formales más elementales, por lo que, deduje que si alguien carecía de sensibilidad y profesionalidad no era el juez sino los letrados y procuradores.
No le niego que estuve a punto de reprobar su conducta, por incongruente. Me alegra no haberlo hecho. Que cunda el ejemplo. En este país nadie pide perdón ni se equivoca nunca. Suena a música celestial que alguien pida disculpas . Gracias.
Ojala en este pais hubiera mucha gente asi, que sabe pedir disculpas y rectificar, sin que nadie se lo pida, cuando se equivoca. Que cunda el ejemplo. Creo que ha estado muy acertado al hacerlo asi. Enhorabuena procurador.
Alter ego totalmente de acuerdo contigo, ojala los politicos supieran el valor de la palabra humildad,quien rectifica esta reconociendo publicamente su error, eso no es facil, pero eso dice mucho de la persona que lo hace.
Rectificar es de sabios. Y para quieres tenemos esa cualidad no se nos caen los anillos en decirlo públicamente. Gracias Julián Sanz.