El Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’ ha abierto al público la exposición permanente de un escudo pictórico de la noble familia de los Gijones, que tras ser desmantelado en el año 2008 del domicilio particular en el que se encontraba para ser restaurado posteriormente, ha pasado al patrimonio público de Almodóvar del Campo con vistas a su puesta en valor turístico y cultural.
Esta representación heráldica pintada con técnica de falso fresco, es decir, al temple sobre muro, constaba de un lienzo visible que ocupaba aproximadamente un metro cuadrado y había sido enmarcado en tiempos actuales con molduras de escayola. Se encontraba en el techo de la estancia.
La restauración de este bien cultural, ubicado en el inmueble número 4 de la calle Alcudia, se inició mediante catas para delimitar la zona con representaciones pictóricas, algunas de las cuales se encontraban enmascaradas por las decoraciones plásticas del techo. Así, se pudo descubrir una cenefa de flores muy deteriorada entre el perímetro y los cuatro lunetos perimetrales, en los cuales a su vez se pusieron al descubierto interesantes representaciones de animales; en concreto, un león, un caballo, un elefante y un armadillo.
Todo ello, tras las minuciosas tareas de restauración y consolidación en un nuevo soporte llevadas a cabo en Ciudad Real, ha vuelto a la localidad en una sala noble de la ‘Casa de la Marquesa’ que se ha preparado para acoger debidamente este conjunto mural de tanto calado histórico.
No en vano, como explica la técnico municipal de Cultura, María Dolores García-Minguillán, “se trata de un escudo heráldico de la familia de los Gijones, la primera familia de nobles hidalgos que se instalaron en Almodóvar del Campo” desde el siglo XV y cuya carta de hidalguía se conserva en parte en el Archivo de la localidad.
Y es que, según reza la historia, hacia el año 1400 un hidalgo procedente de Asturias, tomó esposa en la población pacense de Cabeza del Buey y años más tarde se trasladó a tierras almodovareñas. Será aquí donde se le conozca con el nombre de Gijón, en alusión a su lugar de origen, a pesar de que su primer apellido era Alonso. Y, además, ostenta el escudo de los Gijones, una importante familia de la hidalguía granadina.
Por lo tanto, añade García-Minguillán, este escudo “es parte de nuestra historia y nos está recordando toda la Edad Moderna en Almodóvar, con la importancia de las primeras familias que fueron reconquistando y organizando el espacio e incluso san Juan de Ávila es un representante de la familia”; para más señas, el santo doctor es nieto materno del primer Alonso Gijón.
José Lozano, que agradeció a todos los profesionales y entidades que tan tomado parte en esta restauración, a la Diputación expresamente, a la concejala de Cultura y la técnico del área, así como al propietario del inmueble por la donación, considera que “su exposición permanente en esta sala del Centro Cultural creemos que es la más idónea”.
Cabe retomar la historia indicando que cuando la familia Gijón comienza a diversificarse, formándose diversas ramas unidas por el Alonso del siglo XV, se dará lugar a los Gijones de Fuencaliente, los de la Caballería o los Gijones Pacheco. Estos últimos darán lugar a los Gijones Céspedes, quienes acabarán adquiriendo el marquesado de la Casa Pacheco, cuya sede principal es, precisamente, la casa de la calle Corredera que es sede del Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’, cuya fachada ostenta un importante escudo de hidalguía perteneciente a esta rama de la familia.
Visitas guiadas gratuitas
Precisamente éste histórico inmueble, con el atractivo añadido del escudo ya expuesto, forma parte de la programación de rutas turísticas que empiezan a hacerse en Almodóvar del Campo, en colaboración con la Asociación para el Desarrollo Sostenible del Valle de Alcudia y Sierra Madrona y, en concreto, con su Taller de Empleo ‘¡Alójate! Alojamiento Rural, Turismo y Empleo’.
Se trata de unas rutas guiadas de carácter gratuito organizadas con la finalidad de dar a conocer en profundidad el patrimonio de la localidad y que se desarrollan cada viernes de octubre a partir de las once de la mañana desde la Plaza Mayor.
El único requisito que se pide a quienes quieran disfrutar de estas rutas guiadas es inscribirse previamente en el Centro Cultural ‘Casa de la Marquesa’, o en su teléfono 926 483 449. Y es que se han de organizar grupos de no más de quince personas para poder disfrutar de cada una de estas citas.
Acerca del escudo recuperado
Respecto al escudo restaurado y documentado por un equipo integrado por profesionales de la arqueología como German Esteban Borrajo o Patricia Hevia Gómez, así como Raquel Racionero Núñez y Susana Romero Céspedes, cabe apuntar que los datos históricos y estilísticos apuntan al siglo XVII como época de su realización, en correspondencia con la familia Gijón Carrasco.
Con diseño francés partido y cortado en dos, consta de seis cantones. El diestro jefe presenta un mueble o figura de águila con las alas extendidas, mirando a la diestra sobre esmalte sable; se trata de un símbolo de generosidad, magnanimidad y bizarría de espíritu. El siniestro jefe, ostenta sobre gules la figura estilizada de un león semirrampante en actitud fiera, destacando uñas y colmillos; simboliza un espíritu generosamente guerrero.
En el flanco diestro se representa un caballero de perfil, mirando a la izquierda con armadura y caballo al trote, sobre paisaje con cielo sinople; desde Felipe III está representación se identifica con un ‘hidalgo de nobleza reconocida’. Y en el flanco izquierdo, se disponen cinco hoces de plata puestas en santor con las letras ‘o’, ‘i’, ‘n’, ‘e’, ‘s’, colocadas una en el interior de cada hoz; el fondo de este cantón es sinople.
El cantón derecho de la punta presenta una encina enraizada en la tierra sobre un cielo de sinople en el que se adivina la figura de la luna; la encina es símbolo de ánimo fuerte y constante en acciones heroicas y la luna la victoria sobre la oscuridad de las calumnias. El último cantón, presenta la figura de un carnero con cabeza erguida y pata adelantada sobre esmalte sable; sus blancos vellones aluden a una calificada nobleza.
El escudo se encuentra timbrado con casco de hidalgo antiguo mirando a la diestra y amplios lambrequines que lo envuelven. En el exterior de la composición se disponen unos ramajes de pequeñas hojas entre las que se localizan amplias flores rojas. Coronando el conjunto, la divisa con la frase ‘Blasón de Jijon’, con nexo entre las letras ‘d’ y ‘e’.