El Ministerio de Fomento ha puesto en servicio el tramo de la carretera N-420 en Fuencaliente cuya circulación quedó interrumpida como consecuencia de la riada originada por las precipitaciones sufridas durante la madrugada del 1 de abril de este año, y que ocasionó dos víctimas mortales.
La obra de emergencia se declaró el 3 de abril de 2013, comenzando inmediatamente los trabajos para habilitar los desvíos provisionales que han permitido la circulación de vehículos por la N-420 durante estos meses y sustituir las estructuras dañadas.
Las estructuras ejecutadas se han diseñado para causar una mínima afección al cauce de los ríos, lo que ha permitido la reapertura al tráfico del trazado de la N-420 antes de lo previsto por no haber tenido que esperar a la época de estiaje para comenzar las obras.
El presupuesto de las actuaciones ha ascendido a 3,9 millones de euros.
Características técnicas
Las obras han consistido en la ejecución de cuatro puentes de vigas con un único vano de 35 m de luz (distancia libre entre apoyos). Estas cuatro estructuras vienen a sustituir a las 3 obras de drenaje dañadas por la riada y a una cuarta, situada aguas abajo, para no dejar un estrechamiento del cauce con menor capacidad de evacuación.
Las vigas son prefabricadas de hormigón pretensado y se apoyan sobre estribos pilotados que se han construido desde la propia plataforma de la carretera. Los cuatro puentes tienen secciones hidráulicas amplias, de más de 70 metros cuadrados bajo tablero, por lo que facilitarán la evacuación de las avenidas en los ríos Pradillo y Cereceda con una mínima sobre-elevación del nivel de la corriente.