Su única referencia es el banco de la Plaza Mayor, a donde ha regresado, tras ser recogido por las autoridades y asistido en el hospital. Extiende sus muletas como los remos de ese tronco de granito al que se aferra con la indiferencia que da el alcohol y la desidia. Y sigue atrapado en su bruma, enfocado por la crudeza del sol, y devolviendo la apatía de quienes apenas se atreven a mirarlo.
Me gustaría pedir a MCR que hiciera un mapa de la miseria en Ciudad Real, localizando los sitios donde hay gente en esa situación. Para que se nos caiga a todos la cara de vergüenza. Porque este es el tipo de problema que siempre se trata de apartar, ya sea con la mirada hacia otro lado, ya sea con la policía presionando para que desaparezcan, o ya sea con dinero para que se vayan a otra ciudad, porque hay ayuntamientos que dan billetes de ida a los que ofrecen esta imagen tan triste.