El delegado de la Junta en Ciudad Real comprobó durante su visita a Manzanares la evolución de las obras de rehabilitación que el Ayuntamiento de esta ciudad lleva a cabo desde hace unos meses en el conocido como Molino Grande y que lo han salvado de la ruina. Se trata de una infraestructura hidráulica del Siglo XV que permitirá conocer a generaciones actuales y venideras cómo funcionaba la maquinaria de este edificio en el que se aprovechaba la fuerza del agua del río Azuer para la actividad industrial.
Antonio Lucas Torres dijo que el esfuerzo que realiza el Ayuntamiento de Manzanares por recuperar este patrimonio “merece la pena”. El delegado quedó sorprendido de las características de este molino hidráulico que se encuentra en la primera fase de rehabilitación y cuyas obras consisten, fundamentalmente, en la consolidación de estructuras.
Tras la limpieza del caz que llega hasta el molino se han reforzado las paredes, tejados canalizaciones y los cárcavos. Los dos que posee tienen sistemas diferentes, al que se une uno tercero eléctrico de principios del Siglo XX. Estas tres posibilidades motrices distintas convierten aún en más singular el edificio situado junto al camino de Daimiel. Otros elementos que llaman la atención es que antaño se utilizaran las muelas de piedra gastadas para el suelo de las dependencias.
Durante la visita, el concejal de Patrimonio y Cultura, Manuel Martín-Gaitero, y los arquitectos redactores del proyecto de recuperación, Teodoro Sánchez-Migallón y Mercedes Hidalgo, relataron la importancia del edificio, que tras el del Rezuelo en Membrilla será el segundo que se rehabilite de los más de veinte molinos hidráulicos que había en el Azuer.
Manzanares reivindica así que los molinos de viento no son los únicos autóctonos de La Mancha. Curiosamente, los hidráulicos son más antiguos que los que quedaron inmortalizados en el Quijote. Se pretende por ello aprovechar su potencial turístico dada su cercanía con el casco urbano, previa adecuación de un paseo hasta el mismo.
El alcalde, por su parte, explicó al delegado que este proyecto de desarrollo turístico y de recuperación del patrimonio está ligado con otro que recientemente trató en Toledo con la Consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, para sustituir el actual soterramiento del caz del Azuer. A su paso por los Paseos Príncipe de Asturias, este caz se canalizó hace más de tres décadas y actualmente está deteriorado e inutilizado.
Por ello el Ayuntamiento está buscando financiación para volver a darle funcionalidad, con una doble canalización con más sección que permita llevar agua de forma natural al Molino Grande y, al mismo tiempo, descargar el caudal del Azuer desde el Calicanto y evitar con ello los problemas de desbordamientos de las últimas crecidas.