La festividad de la Natividad de la Virgen marcó un año más el cierre de la Feria y Fiestas de Alcázar de San Juan este domingo, con la tradicional procesión de Nuestra Señora del Rosario, que salió a las calles de la localidad a las nueve y media de la noche desde la Parroquia de Santa Quiteria.
Abría el cortejo la cruz parroquial y el estandarte de la Virgen, seguido por varias parejas de devotas con velas. A continuación figuraba la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan, que a lo largo del recorrido interpretó marchas como “Macarena” o “Encarnación Coronada”. Seguía la presidencia de la hermandad y las banderas justo delante del paso de palio con la Virgen del Rosario, vestida toda de blanco. El exorno floral estaba compuesto fundamentalmente por rosas y gladiolos.
Tras el manto de la Virgen y la representación de sacerdotes y frailes de los distintos templos alcazareños se encontraba el alcalde, Diego Ortega, acompañado por el portavoz del equipo de Gobierno, Ángel Puente; los tenientes de alcalde María Jesús Pelayo y Ángel Montealegre; y los concejales de Seguridad y Servicios Sociales, Julián Mateos y Concepción Sánchez, respectivamente. Entre ellos, la presidenta de la hermandad, María Teresa Rubio.
Una vez en la calle, el cortejo buscó la Plaza de la Aduana para subir la Rondilla de la Cruz Verde y por Doctor Mazuecos y Fernández Urrutia alcanzar la calle Emilio Castelar. Desde allí, bajó hasta la Plaza de España y Plaza de Santa Quiteria, volviendo de nuevo a su templo.
Previamente, por la mañana, se había celebrado la Solemne Eucaristía, que contó también con representación municipal encabezada por el alcalde y los concejales de Seguridad, Servicios Sociales y Hacienda. Numerosos vecinos y representantes de hermandades de la ciudad llenaron la Parroquia de Santa Quiteria en esta misa.
