Daimiel Noticias (crónica Alonso García Velasco).- Con dos tercios de entrada, únicamente salió a hombros el novillero local, que cortó cuatro orejas a los erales de El Cotillo. El festejo taurino cumplió parcialmente con las expectativas que la ganadería de Adolfo Martín había creado entre los aficionados. Javier Castaño, Luis Miguel Vázquez y Alberto Aguilar acabaron la tarde con una oreja.
Con dos tercios en las gradas, el encierro cinqueño de Adolfo Martín pasó sin pena ni gloria. Toros en tipo, bajos, complicados y aparatados por delante, de juegos nobles y sosos sin codicia. Javier Castaño y Luis Miguel Vázquez, quienes cortaron respectivamente una oreja, cumplieron sin destacar. Javier Castaño (una oreja) demostró oficio, solidez ante un encaste de los llamados «difíciles». Luis Miguel Vázquez (una oreja) se enfrentó a una encierro a contra estilo, salvó la tarde de su primer paseíllo de la temporada.
Mientras, Alberto Aguilar (una oreja) se vio privado de la puerta grande por el fallido uso de la espada. En ambos toros estuvo bien, mandando y sometiendo a dos toros que sin ser las conocidas «alimañas» no le pusieron las cosas fáciles, como el resto del encierro. Recibo capotero con verónicas abriendo el compás, para cerrar ambas faenas con un manejo de la muleta de la forma y en el sito que los oponentes le pedían. Destacar también varias tandas al natural en el segundo de su lote.
Los triunfadores fueron Carlos Aranda (4 orejas) y la ganadería El Cotillo. El novillero local gustó en Daimiel, especialmente en su primer eral, un animal que no se cansó de embestir, y que tuvo recorrido. Aranda empezó la faena en los medios recitando varios pases cambiados por la espalda, la mano derecha pasó a ser el núcleo de la faena, para terminar con manoletinas. Mató de una estocada correcta. El segundo novilla dijo menos, sin calidad y con envestidas a media altura, el daimieleño lo despachó con tesón y una estocada caída
El pasodoble ‘Somos de Daimiel’ despidió el festejo, un guiño a la entidad de una plaza de reconocido prestigio provincial, donde gustan los toros, los toreros y sobre todo la corrección y el buen hacer en la Fiesta.
