Jorge Castaño Álvarez (NNGG – CLM)
Cada vez que los ciudadanos damos una nueva oportunidad a la izquierda ésta nos engaña con el primero que le prometa el oro y el moro; adula nuestros oídos con palabras de amor, con bellas utopías, ablanda nuestro corazón llenando nuestra cabeza de pájaros, pronosticando negros futuros si nuestra relación pueblo-izquierda no se restablece, como si no pudiéramos vivir sin ella. Y cuando por fin consigue conmovernos con su palabrería sensibloide, enternecidos por su falsa bohemia de vividor, olvidamos nuestra sólida aunque quizá no tan emotiva relación con la derecha: Sólida relación sin engaños, con una ciega fidelidad de compromiso racional y abandonamos ésta para arrojarnos enamorados en los brazos de la romántica izquierda.
Y cuando aún estamos soñando en nuestra nube de amor nuestra nueva pareja empieza a flirtear con nuevos amantes con el fin de aumentar su poder; pero estos amantes no la aman como nosotros sino que juegan con ella como ella con nosotros. Nos convertimos en el cónyuge que perdona una y otra vez, que lucha por mantener la relación mientras la izquierda gasta nuestros ahorros en regalos y caprichos de sus amantes. ¿Hasta cuando hemos de aguantar esta traición? ¿Cuándo vamos a ignorar estos cantos de sirena que nos estrellan una y otra vez contra los arrecifes del desengaño? ¿Cuándo vamos a depositar nuestra confianza en quien nos es fiel incluso después de haberlo abandonado, en quien nos dio trabajo y aseguró nuestras pensiones, en quien acorraló al terrorismo, en quien nos dio un nombre en la comunidad internacional, en quien nos colocó a la cabeza de Europa? ¿Cuándo abandonaremos a quien nos pone en ridículo delante de nuestras antiguas amistades tratando con sus amigotes Fidel y Chávez, a quien nos quiere meter a vivir en 30 metros cuadrados, a quien regala nuestro patrimonio a sus amantes de Ezquerra Republicana, a quien hace la vista gorda al brazo político de ETA? ¿Cuándo nos daremos cuenta que quien engaña una y otra vez, quien ruega por revivir el amor traicionado y vuelve a engañar no es el mejor partido? ¿Cuándo dejaremos el amor para nuestra pareja y la razón para nuestros dirigentes políticos?