Venancio del Coso. Delegado UPyD Valdepeñas.- Un año más, las Fiestas del Vino vienen a finiquitar la época estival, vacaciones y tantas promesas que se hicieron a principio de verano. Muchas de las esperanzas que traía el estío abandonan nuestro ánimo como nosotros abandonamos el bañador.
Volvemos la vista atrás y vemos las pocas mejoras que experimenta la sociedad en su conjunto. Paro, pobreza, nerviosismo y desasosiego junto con la precariedad laboral cada vez más acentuada y la desafección hacia nuestros gobernantes nos hacen augurar un invierno duro. Es época de apuntarse al gimnasio, de nuevos propósitos de enmienda y de nuevos proyectos.
Esperemos que de todos estos tópicos veraniegos tomen buena nota nuestros dirigentes políticos tan faltos de propósitos de enmienda y proyectos, si bien es cierto que al parecer de cintura para esquivar golpes no andan escasos.
Siguiendo con los tópicos estivales toca poner nombre a la canción del verano, y a falta de estribillo de Georgie Dann nos quedaremos con el “no me consta (fin de la cita)”. Este exitazo ha sido versionado por muchos de los dirigentes del PP y se rumorea que también se canta en los juzgados andaluces presididos por la Jueza Alaya además de tantos otros por toda la geografía española, ya se sabe lo que pasa con los éxitos del verano, son de pegadizos… En cualquier caso detrás de todos estos “no me consta”, se vislumbran ciertas responsabilidades que no se quieren asumir, algunas verdades a medias o incluso algunas mentiras simuladas o en diferido pero que cada día ahondan más la crisis del bipartidismo español y animan a más gente a asomarse a las alternativas al mismo. Alternativas que siguen sufriendo las zancadillas que nos ponen, como la reforma electoral aprobada hace poco en Castilla la Mancha, donde se reducen los diputados (bien) pero no se introduce la circunscripción única (pucherazo). Otro ejemplo es la eliminación de los sueldos de los diputados con lo que sólo las personas muy solventes económicamente, a saber quiénes, podrán dedicarse a la labor política. Triste panorama político y social para todos.
Por último decir que si nuestras Fiestas en medida de lo posible nos ayudan a que desconectemos por unos días, bienvenidas sean. No entraremos a valorar la calidad de las Fiestas, siempre he creído que la virtud de estos festejos están más en las personas que en las actividades. En las Fiestas del Vino lo importante siempre han sido y serán las personas, si todo sale bien, mérito para los valdepeñeros de a pie. También es importante recordar y recomendar la moderación en todos los aspectos, teniendo especial cuidado de los más jóvenes, que tanta vitalidad aportan a estas Fiestas y de los que esperamos tanto en un futuro. Felices Fiestas del Vino 2013 a todos.
