Editorial de Miciudadreal.es.– El rechazo en la calle y en foros digitales que ha despertado la ampliación de la zona azul hasta barrios muy alejados del centro de Ciudad Real debería hacer recapacitar a los responsables del equipo de Gobierno del Ayuntamiento sobre la conveniencia, no ya política, sino social y económica, de seguir adelante en sus pretensiones.
De nada servirán las campañas de “información” que ha prometido la alcaldesa: difícilmente entenderán los ciudadanos que la instalación de más parquímetros en barriadas cada vez más alejadas del centro histórico y comercial no es otra cosa que un aumento de la presión fiscal (en un contexto de depresión económica y desafección ciudadana hacia la gestión política) para los vecinos más humildes que no poseen cocheras ni pueden permitirse el lujo de alquilar plazas de aparcamiento con el fin de estacionar los vehículos cerca de sus propios hogares.
La zona azul, que podría tener su justificación en el casco histórico y comercial de Ciudad Real, supone para las zonas más alejadas una revolución en su modo de vida y economía familiar, toda vez que ni siquiera la zona naranja (otro impuesto más que añadir a la lista) podría garantizar la disponibilidad de plazas a ciertas horas del día.
Para más inri, la sorprendente decisión municipal de otorgar el servicio a otra empresa privada distinta de la que lleva gestionando la primera fase de la zona azul desde hace años podría acentuar más la confusión entre los usuarios… por no hablar de que siempre será más coherente y transparente un servicio recaudatorio gestionado directamente por el Ayuntamiento, y no por empresas privadas que hacen su agosto al amparo de las concesiones públicas.
Por mucho que la iniciativa haya salido adelante con toda legitimidad política (aunque no olvidemos, en periodo estival y con la mayoría absoluta del PP en el consistorio), el Ayuntamiento debería replantearse sus pretensiones, hacer frente a los costes del aplazamiento de la concesión, y aparcar su proyecto hasta que la situación económica cambie. Y, mientras tanto, buscar otras alternativas, como la creación de verdaderos aparcamientos disuasorios para los miles de conductores que a diario visitan la ciudad, así como la racionalización de los horarios y trazados de las deficientes líneas de autobuses.
No obstante, lo que Miciudadreal.es jamás hará es jalear y amparar mediáticamente comportamientos violentos y antidemocráticos contra las personas y los bienes, sean de titularidad pública o privada, como los acaecidos este domingo. Insistimos en que en democracia hay cauces de participación e incluso de insumisión, siempre que ésta sea argumentada, pacífica, civilizada y se haga con alternativas razonables.
Por eso se hace exigible una condena unánime, clara y contundente de la oposición (tal y como ha hecho ya), así como de todo el movimiento vecinal, hacia los actos vandálicos de la “noche de los expendedores estropeados”. Ese comportamiento, lejos de ser ciudadano y razonable, obedece más a una insumisión gamberra e infantil que busca hacer daño por el mero hecho de hacerlo, sin tener la seguridad de que la reposición de esos aparatos sea, precisamente, también a costa del contribuyente…
Completamente de acuerdo con el artículo. No son momentos para presionar fiscalmente aún más a los ciudadanos que estamos aguantando estoicamente tanta subida de impuestos y la aplicación de nuevas tasas públicas. El motivo de la nueva ZONA AZUL no es otro que hacer caja, el problema que es simpre a costa de los mismos, de los ciudadanos. ¡BASTA YA!.
No a los actos violentos sean del tipo que sean y contra quien sean personas o bienes, públicos o privados.
Y tan violencia es inutilizar un parquímetro, como un cajero, una cabina, un contenedor o un vehículo.
Pero si todo hay que decirlo, para mi y para muchísimos ciudadanos violenta es también la ampliación a prácticamente toda la ciudad de las zonas azul y naranja y es violenta por injusta, nada sostenible y claramente recaudatoria, sin consenso y con rechazo social.
Estamos ante un Ayuntamiento que hace todo de espaldas a la ciudadanía jactándose luego de ser participativo y transparente.
Muy de acuerdo con MCR.
PERO QUÉ ACTOS VIOLENTOS!!!!!!!!?????? Que le han echado un poco de pintura a unas máquinas!!! Joder, que se nos llena la boca con la condena de una violencia inexistente equiparandolo al expolio que nos hace el ayuntmiente!!!
Pues nada, chaval, tírale
Pues fráncamente, me falta valor para eso, pero aplaudo a quienes lo tienen
«No a los actos violentos, pero es que…»
¡Hala, a seguir cogiendo las nueces mientras otros sacuden el árbol!
Este artículo es un poco como el título de aquellos dibujos que daban por televisión: «Fantasías animadas de ayer y de hoy»
En qué cabeza cabe que nuestro querido ayuntamiento va a dar marcha atrás en el tema de la zona azul?
Ya todos sabemos cómo actúa la arcaldesa. Se le pone una idea en el moño y tira pa’lante cueste lo que cueste. Ya dejó clara su forma de actuar con el asunto del embaldosado del Prado y ahora con la zona azul actúa de la misma forma. De la noche a la mañana nos pinta media ciudad de azul y la otra media de naranja y a joderse tocan. Que para eso la ciudad es SUYA y hace con ella lo que quiere.
En cuanto a la desobediencia ciudadana, ya me explicará el que ha escrito el artículo qué desobediencia cabe en este tema. Si no pagas la zona azul, multa al canto, si no pagas la multa te embargan las cuentas o la nómina. Si te cagas en la p. madre que parió a …. encima te demandan.
Si anulas la funcionalidad de las maquinas el pago de la tasa a la empresa gestora no puede realizarse. Es que algunos confunden vandalismo con desobediencia. Como si las empresas que nos gobiernan y cobran fuesen «nuestras».