El pasado 19 de julio en la página web de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes apareció una nota de prensa en la que el consejero Marcial Marín recordaba que la tauromaquia fue declarada Bien de Interés Cultural en Castilla-la Mancha en diciembre de 2011 y mostraba el total apoyo de la región a esta actividad. Por contra, para EQUO la cultura «nunca puede basarse en el sufrimiento animal».
El Consejero resaltaba, con respecto a la última reunión de Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, que “todo lo que sea trabajar, aportar y mejorar cualquier aspecto que pueda incidir positivamente en la Fiesta de los Toros puede contar con Castilla-La Mancha. Con ese espíritu de colaboración y mejora es con el que participamos en este tipo de reuniones». Igualmente menciona que la presencia de la región en esta Comisión “demuestra nuevamente el interés del Gobierno de la presidenta María Dolores de Cospedal por participar y fomentar esta expresión de nuestro patrimonio cultural”.
EQUO Castilla-La Mancha quiere expresar su repulsa por «la tortura y muerte de animales y su sorpresa por el afán de colaboración y apoyo por la tauromaquia mientras la educación pública, las empresas culturales (excepto las taurinas, si así son llamadas) de diversa índole o las bibliotecas de la región ven mermados sus presupuestos e incluso su futuro». Asimismo, EQUO Castilla-La Mancha quiere «poner en evidencia la escasa amplitud de miras de un gobierno que utiliza unas cifras que por ciertas no están más cargadas de razón». «Nos referimos a la aseveración de que el 89 % de los castellanos-manchegos (no se mencionan fuentes ni mayores explicaciones del origen de estas cifras) defiende la fiesta de los toros como parte de la cultura española”, señalan. El concepto de “fiesta nacional” y de “cultura” y el propio de tauromaquia son tan «polémicos» que, a juicio de EQUO, «un gobierno serio de una región y de un país desarrollados debería tener más cautela en identificar la cultura con la tortura o la muerte de animales».
