El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Real, Mariano León, considera que las mejoras incorporadas al Proyecto de Ley aprobado por el Consejo de Ministros del pasado viernes, refuerzan las funciones de las Cámaras y la transparencia de sus actuaciones.
El Proyecto de Ley garantiza la continuidad y refuerza el papel de las Cámaras de Comercio, como instituciones al servicio de la economía y las empresas españolas, sobre todo para aquellas que más apoyo necesitan, como las pequeñas y medianas empresas.
Entre las novedades que incorpora el texto legal que el Gobierno remite a las Cortes, el presidente de la Cámara ciudadrealeña valora muy positivamente aquellas referidas al refuerzo del régimen de control de sus ingresos y gastos y la elaboración de un código de buenas prácticas, para garantizar la transparencia y la imparcialidad en el desarrollo de sus nuevas funciones público-administrativas.
De acuerdo con las mejoras técnicas y jurídicas incorporadas al texto de la nueva ley de Cámaras, se insiste en una más clara diferenciación entre las funciones público-administrativas y las actividades de carácter privado, que las Cámaras podrán realizar, en régimen de libre competencia. Por ello, se considera acertada esta clara diferenciación entre sus funciones y actividades públicas y privadas.
Dos grandes ejes estratégicos
Según el Proyecto de Ley, las funciones de las Cámaras de Comercio, que desarrollarán en colaboración con la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, se van a centrar en dos ejes estratégicos fundamentales: el desarrollo del Plan Cameral de Internacionalización y el Plan Cameral de Competitividad para las pymes, que incluirá el conjunto de funciones públicas que desarrollarán las Cámaras en colaboración con la Cámara de Comercio de España. De esta manera, estas instituciones se convierten en una herramienta fundamental para abrir la puerta a las pymes a los mercados internacionales y para impulsar su competitividad, actividad fundamental y que la Cámara ciudadrealeña lleva desempeñando con carácter prioritario desde hace décadas.
Asimismo, otras de las funciones destacadas de las Cámaras será su participación activa en la implantación y potenciación de la Formación Profesional Dual, para luchar efectivamente contra la dramática lacra de más de un 50% de paro juvenil. También se constituirán como elementos clave en el fortalecimiento de la seguridad jurídica, la eficacia y la rapidez en la solución de conflictos, con un papel referente en la mediación y el arbitraje de conflictos.
La nueva norma establece que el Consejo Superior de Cámaras de Comercio se transformará en la Cámaras de Comercio de España, que nace con la voluntad de constituirse en una potente marca comercial española y como órgano de representación y coordinación entre la red territorial nacional e internacional de Cámaras y las administraciones públicas, para facilitar la competitividad y la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas, de forma prioritaria.
Financiación y pertenencia
Las nuevas Cámaras de Comercio se financiarán por los ingresos que generen los servicios a las empresas; las aportaciones voluntarias de las empresas y los convenios suscritos con las Administraciones públicas. Las cuentas de las Cámaras de Comercio seguirán siendo públicas y transparentes, doblemente auditadas, como lo han sido hasta ahora.
La adscripción universal de las empresas a las Cámaras no va a suponer una carga administrativa, ni económica. Por el contrario, es un derecho de las empresas para garantizar su participación en sus órganos de Gobierno y su representación institucional.
Es importante, como se recuerda en la nueva Ley, que las Cámaras de Comercio, como corporaciones de derecho público, representan los intereses generales del comercio y no los de un determinado sector o colectivo, lo que permitirá que todas las empresas tengan un acceso en condiciones de igualdad de oportunidades y proximidad a los servicios de las Cámaras.
Fuerte reestructuración
Las Cámaras de Comercio han llevado a cabo un proceso de racionalización, reestructuración y profesionalización muy importante de sus propias estructuras, para adaptar sus funciones y servicios a una demanda cada vez más innovadora, exigente y competitiva. Esta nueva situación ha obligado a las Cámaras a realizar un durísimo proceso de reestructuración, al que la Cámara de Ciudad Real no ha sido ajena, pasando de 3.600 a 1.600 empleados en toda España, al igual que se han visto forzadas a realizar muchas empresas en estos últimos años de crisis económica.
Por último, las Cámaras quieren expresar que asumen con responsabilidad el nuevo reto que les plantea el Gobierno para poner en práctica los servicios que demanden la economía y las empresas españolas y seguir siendo un instrumento estratégico para el progreso económico y social de España.