Un vigilante de la contrata de seguridad privada del Hospital General de Ciudad Real, Prosintel Grupo Norte, fue agredido el pasado domingo por un usuario que esperaba a ser atendido en urgencias, según denuncia la Federación de Servicios Privados de CCOO de Ciudad Real, que considera que este incidente «se podría haber evitado, pues debido a la reducción de horas contratadas de seguridad, donde antes había dos vigilantes ahora hay uno».
Según el sindicato, el vigilante recibió varios golpes, y el paciente pudo ser reducido y detenido tras la llegada de dos vigilantes más y de la Policía Nacional de Ciudad Real.
Según CCOO, «no es la primera vez que se producen intentos de agresiones en urgencias, así como en el área de atención a pacientes de psiquiatría, zonas donde más número de incidentes se producen».
La Federación de Servicios Privados de CCOO manifiesta que estos hechos se podrían haber evitado. Así, explica que «el año pasado se produjo una reducción de un 25 % aproximadamente de las horas contratadas de seguridad privada en el Hospital General de Ciudad Real (250 horas semanales menos); hecho por el que los 28 vigilantes de seguridad que componen la plantilla y vigilan y guardan la seguridad en el HGCR y Hospital de Alarcos se encuentran inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo temporal».
CCOO y los trabajadores de la empresa Prosintel Grupo Norte esperan que el próximo pliego de condiciones (próximamente acabará el vigente contrato) «se publique con un mayor número de horas de las que hay contratadas actualmente, con el fin de mejorar el servicio, y la seguridad e integridad física tanto de los trabajadores como de los usuarios».
CCOO sostiene que «hechos como estos no han sido más graves gracias a la profesionalidad y responsabilidad de la plantilla; y es que, a pesar de los recortes en personal y en material, el servicio es aceptable en la medida de lo posible». «Esto no significa que hechos puntuales como estos puedan llegar a poner en peligro la calidad del servicio y poner en riesgo la seguridad y la integridad física tanto de los trabajadores como de los usuarios», concluye.
No creo que el problema sea la reduccion de plantilla de los «seguratas»…sino de la penosa atención que se ofrece en el Hospital; es facil que alguien acabe perdiendo los nervios, y por mucha seguridad que haya, los servicios y la profesionalidad de muchos medicos brilla por su ausencia, y se seguirán produciendo incidentes.
¿A nadie le ha pasado estar en desacuerdo con otros servicios nada baratos que además pagamos a “toca-teja”?. En muchos colectivos la profesionalidad también brilla por su ausencia y por eso no se arremete contra ellos.
En este caso puede ser por la penosa atención en el hospital, según le va a cada uno, o por la penosa educación y respeto de los que creen que la forma de reclamar es la agresión verbal y física contra quien está cumpliendo con su trabajo, sea cual sea, a veces por un ridículo sueldo.
Sin tener conocimiento de cómo se ha podido producir algo tan injustificable no es conveniente calificar a nadie ni a ningún colectivo con adjetivos despectivos, sea por su «pérdida de nervios» o por su trabajo.