Este 19 de julio ha tenido lugar en el Pleno del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan la aprobación por parte del Partido Popular y Ciudadanos por Alcázar del inicio de expediente para el cambio de gestión del servicio de abastecimiento y depuración de aguas. Pleno en el que algunas personas de la Plataforma Contra la Privatización del Agua de Alcázar han exhibido carteles por la defensa del agua pública.
Durante el mes de julio han sido convocados diversas asociaciones, ciudadanos independientes y partidos de Alcázar de San Juan con el fin de defender el agua pública de Alcázar. La privatización, venta y “posterior adjudicación de bienes, obras y servicios públicos a empresas concesionarias sospechosamente corruptas” de la gestión del agua de Alcázar han sido los puntos más calientes de estas reuniones. Así como la defensa de un modelo de gestión del agua que, desde lo público, garantice la calidad del servicio mediante el ahorro, en contraposición al interés lucrativo de las empresas privadas.
Azucena Gual, actual coportavoz de EQUO CLM, que “valora positivamente” el frente común, diverso y horizontal por la defensa del agua en la Plataforma, asegura que el actual modelo político está agotado: “las personas quieren decidir cómo vivir, buscando soluciones de abajo hacia arriba y jamás a la inversa”. “Además, -continúa- es importante que exista una auténtica participación ciudadana que no esté teledirigida ni manipulada por ninguna fuerza política, para que, desde un verdadero diálogo entre la población, se fortalezca el grupo de la Plataforma, y se contemple y dé cabida a todas las propuestas de la ciudadanía alcazareña”.
EQUO CLM pide a la Plataforma un siguiente paso que vaya más allá de una campaña de firmas, como una propuesta que exponga los motivos por los que dicha privatización supondrá un perjuicio para el conjunto de la población, con el fin de conseguir una mayor implicación de quienes comparten la indignación pero no salen a la calle, una propuesta con la que verdaderamente se identifique la mayoría. La ciudadanía debe tener más presencia en las instituciones, y debe hacerlo a través de una plataforma totalmente participativa, sin representaciones o cargos electos, que empiece a transformarse desde dentro y utilice como instrumento esencial para su construcción, la participación ciudadana. La Plataforma está compuesta, a fin de cuentas, por “personas activas con conciencia y vocación social».