La crisis propicia relaciones comerciales impensables hace apenas cinco años. Enrique Marusi, un empresario que realiza obras de rehabilitación en Madrid, ha ideado un modo de salvar su granja y de ayudar a los emprendedores: cede gratuitamente el uso de su explotación agrícola, actualmente sin actividad y situada en las inmediaciones de un pueblo de Ciudad Real, a cualquier persona o entidad, con o sin ánimo de lucro, que tenga un proyecto interesante que desarrollar en ella.
Para difundir su propuesta, este empresario ha puesto en marcha una página web, una página en Facebook y un llamativo vídeo promocional. La idea surgió de la necesidad de cuidarla, explica Enrique Marusi, «pues en estos tiempos no se puede vender nada, salvo a precio de saldo…»
La finca tiene una superficie de nueve hectáreas e incluye dos viviendas, una zona de huerta y frutales con regadío instalado, un manantial, naves, instalaciones para la cría de aves, dos pozos de agua, luz eléctrica, cámaras de vigilancia, sistema de alarma y un tractor.
«Los malos tiempos para los negocios son grandes oportunidades para poder ayudar a los demás». Enrique Marusi cree en la iniciativa altruista y empresarial «por igual». Pero advierte de que se trata de un terreno grande y que requiere mucho trabajo. «Hay que invertir algo de dinero en herramientas y comodidades; además, la finca lleva desatendida demasiado tiempo». «Tenemos licencia de granja, buenas y grandes instalaciones, pero hay que estar aquí todo el año», puntualiza.
La cesión conlleva una serie de requisitos. No se pide fianza, pero sí que las personas que presenten un proyecto sean «de confianza, tipos de fiar», que haya siempre personal en la finca, una «mínima» solvencia, un proyecto «claro» y, sobre todo, «entusiasmo». «Oportunidades como ésta no salen todos los días», asegura Enrique Marusi
El plazo para la presentación de candidaturas finalizará a finales de agosto, «aunque siempre se puede alargar en función de la demanda». Hasta la fecha ha recibido varias propuestas relacionadas con la agricultura, la cría de pollos ecológicos, la apicultura, la piscicultura, el cultivo de plantas medicinales, la cría de ovejas o cerdos, e incluso la posibilidad de poner en marcha un espacio dedicado al esoterismo, en el que realizar cursos de reiki, astrología, etc.
«No hay letra pequeña», aclara este empresario. «Yo te cedo la granja para tu proyecto, y tú haces un buen uso de ella y la mantienes siempre con gente y cuidada». El tiempo de cesión y otras condiciones serían pactadas y, además, abre la puerta a que distintos proyectos puedan convivir en la finca, dada su dimensión.
Si estás interesado puedes rellenar un formulario habilitado en su página web o, directamente, escribir a Enrique Marusi a través la dirección de correo electrónico enriquemarusi@gmail.com
La idea es muy buena y enlaza con la mayoría de teorías sobre emprendimiento. Està es una forma de ser un Business Angel que, en vez de poner dinero, pone la infraestructura. Por otro lado, es como pasar la técnica de la licitación pùblica al ámbito de lo privado.
Esperemos que muchos empresarios que, por diferentes razones, no pueden o no son capaces de sacar adelante sus negocios, hagan lo mismo y liciten la explotación de sus empresas a jóvenes y no tan jóvenes que están más que preparados y que pueden darle un nuevo enfoque a la producción en las mismas.
Si, Ademàs la administración hace una Ley de Emprendedores realista, hace que el IVA y otros impuestos se paguen cuando se ya cobrado realmente y se apoya a estos emprendedores con todo tipo de facilidades, lo mismo hasta salen algunos proyectos adelante.
De cualquier manera, felicidades a este empresario que prefiere ganar menos, pero que su finca la explote alguien con experiencia y ganas de trabajar.
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