La Federación de Propietarios Rurales, Productores de Caza y Conservadores del Medio Ambiente (Aproca España) ha mostrado su satisfacción por que Castilla-La Mancha haya sido la primera comunidad autónoma de España en transponer las directrices para homologar los métodos de control de predadores.
Luis Fernando Villanueva, presidente de Aproca España, ha señalado en un comunicado que, tras las continuas demandas de esta organización, «una región, Castilla-La Mancha, ha dado el paso importante para trasponer las directrices básicas contempladas en la Ley de Patrimonio y Biodiversidad».
Para Villanueva, la iniciativa de Castilla-La Mancha debe ser ejemplo para el resto de comunidades autónomas del país, a las que ha instado a seguir los mismos pasos.
La Orden de la Consejería de Agricultura, que ha sido publicada hoy en el Diario Oficial de la región de Castilla-La Mancha, por un lado establece la homologan diversos métodos de control de especies cinegéticas predadoras y, por otro, fija las normas que permitirá en el futuro poder aprobar nuevos métodos de control.
En este sentido, Villanueva ha destacado la importancia de que la norma de la Junta de Castilla-La Mancha ofrezca la posibilidad de homologar nuevos métodos en el futuro, siempre y cuando, estos cumplan con la normativa internacional de métodos de captura no cruel.
En cuanto a los métodos homologados: el lazo propulsado tipo Collarum, lazo con tope y cierre libre en alar, lazo tipo Wisconsin en alar, lazo tipo Wisconsin al paso y caja-trampa metálica para urracas, ha dicho que son métodos que permitirán a los gestores y propietarios de cotos de caza disponer de herramientas básicas de gestión cinegética.
No obstante, ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha que una vez aprobada esta Orden, impulse ahora la aprobación de la norma que acreditará a los especialistas en el uso de estos métodos, para que, «definitivamente los gestores y propietarios puedan poner en marcha planes de gestión de predadores».
De esta forma, ha comentado Luis Fernando Villanueva, «se terminaría de profesionalizar la figura del trampero, con el objeto de poder regular la presión que los predadores ejercen sobre las especies cinegéticas y no cinegéticas».
Finalmente, Aproca España ha urgido al resto de comunidades autónomas a que aprueben esta norma, cada una, en el marco de su legislación regional.
Villanueva ha terminado diciendo que no se entiende que los estudios realizados desde el Ministerio Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación hayan sido «absolutamente obviados por la mayoría de las regiones españolas», que por el contrario, «si que agilizan otras normas que van en contra de los intereses cinegéticos».
Que Ecologistas en Acción por principios es anti-caza, es cierto. Como también lo es que cada vez más se prestan a razones y argumentos, aumentando en profundidad sus conocimientos sobre el tema cinegético.
De esta manera, ya no niegan la actividad cinegética como tal en sí, por mucho que visceralmente les chirríe, sino que se preocupan primordialmente de que ésta cause el menor impacto negativo posible sobre la conservación medioambiental en general.
Y en ese empeño han aprendido, con mucha mayor profundidad y certeza que la mayoría de los cazadores practicantes que permanecen ignorantes y alienados, que hay modos y modales en el sector que, sin en realidad tener nada que ver con el ejercicio cinegético en sí, el que desean practicar esa mayoría, sino del todo con unos despiadados e irreverentes intereses comerciales y encima sectaristas y exclusivitas a favor de un “grupito de privilegiados terratenientes y especuladores afines”, que están resultando absolutamente intolerables, no ya de principio en un régimen democrático, que por supuesto, sino al final y sobretodo para la propia actividad cinegética en sí en el plano particular y para la gestión y conservación medioambiental en el plano general.
APROCA y ATICA, y asociados como ONC o RFEC o ASICCAZA, y demás, no son sino los representantes asociados de esas minorías comerciales y especuladoras, no de los cazadores en general. Y ellos persiguen obtener su beneficio particular y partidista, caiga quien caiga y lo que caiga.
Ahora, es lo de conseguir esas homologaciones, beneplácitos oficiales y autorizaciones administrativas para poder acabar, que no “controlar” con la fauna predadora. Pero fijaros que nada dicen del jabalí, por ejemplo, que de hecho es el predador máximo sobre las nidadas de perdiz –autóctona- actualmente. Y es que como ellos con lo que juegan principalmente es con predices de granja soltadas, eso no les afecta. Además de que con las cacerías de jabalí también obtienen buenos ingresos.
En cambio, para su “caza artificial y comercial”, sí les sobra cualquier otra clase de predador: zorros, urracas, lobos, tejones, linces, etc., etc., estén o no protegidos y estén o no en peligro de extinción, y que de forma fácil y contundente diezman sus inadaptados animalillos granjeros.
Y por eso quieren los lazos tipo Wisconsin, o los Collarum. Imaginaros un coto de por ejemplo la zona de Consuegra-Madridejos, donde aún quedan linces. Imaginaros allí los lazos Wisconsin y no digamos los Collarum (con cebo, y al que acudirá babeando y desprevenido atraído irremisiblemente cualquier carnívoro incluido ese lince). Y lazos puestos en barreras alares y en una densidad autorizada administrativamente que por “cohon…” han de tropezarse y atravesar: no va a quedar un solo lince en ese coto. Porque no vale eso de que “se revisarán obligatoriamente los lazos puestos cada día”, según lo autorizado, ya que le bastan unos pocos minutos a ese lince para ahorcarse o enredarse de forma tal que sea imposible soltarlo con vida y/o sin irreversible daño físico.
Imaginaros esos mismos lazos puestos en un coto del Valle de Alcudia en Ciudad Real, o de la Sierra Norte de Guadalajara, donde por ejemplo campean unos pocos lobos que empiezan a colonizar. Y el mismo efecto y resultado que con el ejemplo anterior.
O imaginaros en cualquier punto de la Comunidad Autónoma, el porvenir de los tejones, otro ejemplo…
No nos engañemos nosotros mismos sin razón alguna. Y sepamos ver cuáles son las causas y quiénes de verdad las han procurado y siguen procurando, del declive de nuestra actividad (la caza, la verdadera, no la artificial comercial elitista para los terratenientes y negociantes, y usuarios nuevos ricos).